Miercoles 08 de Mayo de 2024

Bitácora

EL simple hecho de que un ciudadano se ampare en contra de la acción de Óscar Bautista Villegas y de su suplente de haber abandonado la curul del Distrito 10 local habla de la naturaleza de Legislatura que estamos sufriendo en estos tres años de pesadilla…

ALBERTO Rojas Rico, un ciudadano de Rioverde claramente hasta la madre de escuchar, ver y renegar frente al celular de todas las tropelías legislativas, se amparó contra el acto de abandonar la curul de ese distrito, primero de Óscar Bautista Villegas, titular de ese escaño y luego contra Jesús Quintero Díaz, suplente del diputado, quien también dejó a Rioverde sin representante legislativo porque se fueron a hacer campaña, aunque los potosinos de a pie hubieran preferido que se fueran a otro lado, más lejos, más soez…

ES una verdad de perogrullo decir que a un diputado le valen madre sus representados ciudadanos. Eso es tan cierto como que el cielo es azul, pero hay un principio moral y social de ostentar tantita madre, que es el mecanismo mediante el cual, los diputados y los políticos en general demuestran tener interés en los ciudadanos y logran hacer una que otra acción o iniciativa que parezca enfocada al beneficio general, cosa que los diputados de esta legislatura han ignorado, porque no les ha dado tiempo más que para demostrar una voracidad de escualo…

EN esta ocasión, la volición de Bautista Villegas y de Quintero Díaz fue la de irse a buscar un nuevo puesto de elección popular, para poder ostentar el fuero fáctico que todo político tiene y que se llama tener relaciones sociales, por eso se largaron, dejando la curul sola y a los rioverdenses en la inopia, que, dicho sea de paso, no los ocupaban para nada, pero es mejor no ocuparlos y tenerlos en los escaños que ocuparlos y no tenerlos en su lugar.

OTRA de las que se encuentra en el ojo del huracán, aunque mande espiar la demanda que formularon contra quien resulte responsable por los delitos de falsificación de firmas y de asociación delictuosa, es Xitlálic Sánchez Servín, la representante de Valles que hace sonar a los grillos cuando alguien pregunta qué ha hecho por el Distrito de Valles, que es el 12 y por el que se eligió y es que la flamante legisladora no ha dado nortes de sus actividades legislativas. Solamente se sabe que está haciendo una casa de entre cinco y siete millones de pesos en la calle Zaragoza, cerquita de la agencia Ford, que es un gasto que no correspondería con el sueldo, pero no hay que objetarle eso, ya que ella nació potentada…

LO que sí es cierto es que ella, como los otros 27 hicieron con el dinero del Congreso lo que les dio la gana y en lugar de ayudar a grupos vulnerables o a personas con necesidades reales, usaron el nombre de esos desposeídos, falsificaron sus firmas y se quedaron con el dinero que supuestamente destinarían a apoyos…

ESTO es parecido a lo del agua destilada en lugar de quimioterapia para los niños con cáncer de Veracruz, porque se deja constancia de que se está ayudando a los pobres y no, solo se usó su nombre (el único elemento de dignidad que tienen), sino que se estafó al erario de a poquito, hasta juntar 30 millones de pesos que no tocaron a los ciudadanos, sino los bolsillos de una red de corrupción que empieza con el diputado y que salpica a sus colaboradores más cercanos…

HASTA en las ficciones de política de Netflix se sabe que la ostentación de poder es un asunto de grandes políticos y que la búsqueda del dinero dentro de la esfera del poder demuestra el rostro vulgar de los que andan ávidos de quedarse con el erario. No hay más que decir.