COMIENZAN a circular noticias de fraude electoral y de coacción del voto a través de los programas sociales como Prospera o las despensas y, no se diga, los materiales para la construcción, pero todo conato de bronca o incidente con lesionados se podría evitar con el simple hecho de no andar entregando apoyos ni regalitos electorales…
TODOS, pero todos los partidos y todos los candidatos hacen regalos. Ni uno se salva. El electorado, o sea, los ciudadanos, casi, casi, van a las reuniones de colonias con perfil económico bajo para que les regalen, cuando menos, la playera para dormir de algodón o de material sintético suave para poder usar como piyama. Así se diseñó la visita de los candidatos y así será mientras sea conveniente para los gobiernos y para un sector de los ciudadanos seguir viviendo con lo poquito que se les reparte de los programas sociales…
LA Huasteca sufre una crisis de espionaje y contraespionaje, porque uno y otro partido manda a sus militantes a vigilar que los militantes de otros institutos políticos no anden repartiendo regalos que comprometen moralmente al votante. Solamente el Instituto Nacional Electoral, el Consejo Estatal Electoral y el Comité Distrital Electoral no se dan cuenta de lo que decenas de miles, en municipios y comunidades sí: el fraude se concreta mucho antes de la elección. El día de la elección todos votan libre y secretamente por el que les dio más y por el que les consiguió el tinaco, o los sacos de cemento o las varillas o las láminas o el dinero para poder comer carne una vez al año…
PERO lo dicho: los militantes se ponen como fieras cuando andan cazando a los que traen despensas o material, por el simple hecho de que sólo ellos quieren andar haciendo eso, no porque sean muy decentes y estén defendiendo a la democracia de esos mapaches posmodernos que gastan cantidades fabulosas de dinero (que, obvio sacan del erario), en regalos preelectorales…
ENTONCES, como en casi todo lo que se refiere al ámbito público, la doble moral también se presenta en esta materia, por eso los cazadores de mapaches montan en cólera, porque ven que los del partido de enfrente andan haciendo lo mismo que ellos quieren hacer, hicieron o harán y, pues, como dice la psicología, lo que más nos enfurece es todo aquello en lo que encontramos nuestros reflejo, así que lo mejor sería que las autoridades electorales se pusieran a trabajar y dejaran de ser aquiescentes con los partidos políticos…
POR ejemplo: en redes sociales se ha hecho la acusación de que están ofreciendo dinero por votos; el conflicto de Aquismón causó que casi quemaran una comandancia, porque los panistas impidieron que una camioneta entregara material que ellos también suelen regalar para convencer el voto…
ALCALDES de la Huasteca empiezan a regalar las despensas de sus programas de apoyo, cuando un mes antes las cobraban, pero esas señales no significan nada para ninguna autoridad electoral que está para regular el conteo de votos y para certificar que se haya hecho bien esa operación, que es ciudadana…
ESA sería la solución al problema de la violencia electoral en la Huasteca: que la autoridad electoral dejara de hacerse maje y que se castigara a los que anden regalando cosas, porque todos mandan hacer playeras, cachuchas, plumas, abanicos, pero estos presentes son peccata minuta, lo que de verdad es importante es la cantidad mastodóntica de dinero del erario, del crimen organizado y de inversores que luego saquearán al municipio que se invierte para comprar, sí, comprar el voto, como todavía ocurre…
