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Ciudad de México. – La mejor etapa del humano es la niñez, aseguró Xavier López “Chabelo”, quien junto con otras personalidades del entretenimiento hurgan en sus recuerdos para compartir anécdotas de su niñez y su visión del mundo.
En el Día del Niño, Xavier López, quien por más de medio siglo se ha instalado en el personaje de un niño de ocho años llamado “Chabelo”, señaló que la mejor etapa del ser humano es cuando se es niño.
“Cuando eres niño eres feliz en todas y cada una de las cosas que haces”, dijo el actor, quien solo tiene agradecimiento para este personaje que le permite hacer lo que le gusta y que le recuerda la importancia de sonreír.
Para Danilo Carrera, en la infancia no todo es miel sobre hojuelas, recuerda que vivió de cerca a esos personajes telenovelezcos que fueron una especie de villanos para él, pero que le pusieron un toque de sabor a la vida.
“Se trata de mi abuela, era como villana de telenovela, que decía al abrir regalos en Navidad: ‘solo uno para ti, mientras que a mis primos les daba obsequios espectaculares”.
“Hasta que un día mi tía Paty llegó con una caja enorme que tenía una cancha de tenis, beisbol, basquetbol, con todo lo necesario, dejando a todos deslumbrados, pues nadie lo esperaba, ni yo. Ese es un recuerdo que atesoro por esa muestra de cariño”, dijo el actor.
Dijo que “cuando eres niño no ves cosas y cuando hay amor y mamá que te protege eso no importa y menos te hacen sentir mal esas situaciones, atesoras los detalles”.
“Yo no tenía malicia y mi madre siempre estuvo ahí para quererme, eso lo agradeces, además de que cuando eres niño solo disfrutas del momento y sonríes, porque además tuve la oportunidad de jugar en las calles y ver la vida de otra manera”.
Carlos Rivera, no solo celebra el Día del Niño, sino que además ama que su trabajo entre en al corazón de miles de niños, “me gusta ver sonrisas, pero sobre todo la fuerza para soñar”.
De lo que más recuerda el cantante de su infancia es cuando deseaba er en cantante y su madre pensaba que era un juego, que con el tiempo se pasaría, además de que, por vivir en un estado pequeño como Tlaxcala, las posibilidades se veían más lejanas.
Aunque poco habla de su vida, Espinoza Paz recuerda que cuando era pequeño participaba en festivales escolares, pero fue hasta los 12 años cuando mostró su amor por la música.
