[EFE]
Ciudad de México. – El escritor y activista medioambiental Homero Aridjis dijo que el principal problema de la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México, que ha levantado una gran polémica en plena campaña electoral, es que “no inspira confianza”.
“Como ciudadanos, no nos inspira confianza ni la construcción de ese aeropuerto ni el manejo de los fondos económicos; es como si (el capo Joaquín) ‘el Chapo’ Guzmán nos dice que va a hacer una gran obra”, afirma el autor.
De acuerdo con Aridjis, impulsor del Grupo de los Cien (movimiento para ayudar a la protección de la naturaleza mexicana y latinoamericana), el aeropuerto, que estará ubicado en Texcoco, Estado de México, es “el negocio de unos cuantos, de una élite económica que va a hacer su agosto con este proyecto”.
La construcción del aeropuerto, que supone una inversión de cerca de 13.000 millones de dólares, se ha convertido en uno de los temas más polémicos de la campaña electoral mexicana rumbo a las elecciones presidenciales del 1 de julio por la posición en contra del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Esto ha hecho que surjan voces en defensa del proyecto, entre ellas la del multimillonario Carlos Slim, quien aseveró esta semana que frenar esta obra sería “suspender el crecimiento de México”.
“Es un buen negocio para Slim y gente como él, para políticos del Estado de México y para un cierto grupo priista”, reflexiona el activista al respecto.
Entre sus argumentos, enumera que la puesta en marcha del aeropuerto sería un “desastre ecológico” y una “aberración” porque se quiere levantar en un lugar donde se da una milenaria migración de pájaros, y que el lugar tiene una “importancia mítica e histórica” porque es donde se establecieron los aztecas.
Asimismo, los sucesivos gobiernos, apunta, no han sabido resolver los problemas de movilidad de la ciudad, incluyendo los farragosos desplazamientos hacia el actual aeropuerto capitalino.
“Todos son parches, promesas que no se cumplen”, como ocurrió con la Terminal 2 (una ampliación del actual aeropuerto), emprendida por el presidente Vicente Fox (2000-2006), en la que se invirtió una gran cantidad de dinero para hacer “una ruina contemporánea”.
Por eso, el poeta desconfía de quienes señalan que el nuevo aeropuerto será “una gran obra”.
“Ya oí lo de la Terminal 2, las grandes promesas, y ya vi los resultados de la Terminal 2”, concluye.
