Sábado 18 de Mayo de 2024

Nomofobia

Agencias

Hay quien dice que el teléfono celular se ha convertido en la nueva adicción del siglo XXI.

Sea o no cierto, lo que sí, es un hecho es que la dependencia de este pequeño dispositivo está influyendo en nuestras relaciones sociales y familiares, y muchas veces ni siquiera somos conscientes de ello.

Y es que esta tecnología es una herramienta tan atractiva que resulta muy fácil pasar del uso al abuso.

No es la primera vez que se habla de la nomofobia, del inglés, no-mobile-phone phobia, o, lo que es lo mismo, un trastorno que se caracteriza por un miedo irracional no solo a salir de casa sin el celular, sino también por la ansiedad que genera en la persona si no lo tiene cerca o se queda sin batería.

Dependencia enfermiza

En definitiva, estamos hablando de una dependencia enfermiza de este pequeño aparato que, en la actualidad, ha conseguido, incluso, hasta cambiar el modo en que se relacionan las personas.

Según un estudio realizado, el 38 por ciento de la población pasa ya la misma cantidad de tiempo conectado al celular que interactuando directamente con las personas.

Es más, según este mismo estudio, el uso de los teléfonos móviles está afectando tanto a la relación de pareja como a las relaciones familiares.

Atención

De hecho, según los resultados de esta investigación, un 28 por ciento de los encuestados sienten que su pareja dedica más atención a su smartphone que a ellos cuando están juntos, y un 35 por ciento de los padres entrevistados reconocen que han recibido un toque de atención por parte de sus hijos al estar usando constantemente su dispositivo móvil durante el tiempo dedicado a la familia.

Candidatos

Quiénes pueden ser candidatos a sufrir nomofobia.

¿Se ha convertido el móvil en la nueva adicción del siglo XXI?

Si bien es cierto que la ciencia no reconoce este trastorno como tal, también lo es que, probablemente, la mayor parte de nosotros conocemos a alguien del entorno más próximo que hace un uso desmesurado del teléfono.

Riesgo

Este fenómeno podría darse en cualquiera, aunque según las investigaciones al respecto, existen factores de riesgo que propician que una persona pueda engancharse al móvil.

Por ejemplo, tener un rasgo de impulsividad alto, ser fácilmente influenciable por las campañas de publicidad, considerar la posesión de un móvil como símbolo de estatus, sentir ansiedad social, tener una autoestima baja, y recurrir al móvil como medio para intentar bajar la ansiedad.

Factores

Hay otros factores que tienen que ver con las enormes posibilidades que nos ofrece la propia tecnología: El uso del teléfono es actualmente tan atractivo y tan generalizado para tantas actividades, profesionales, interpersonales, de ocio, etc., que es muy fácil pasar del uso al abuso con tantas herramientas que nos simplifican la vida, que son accesibles de manera sencilla e inmediata, que nos permiten decidir cuándo estamos disponibles y cuándo no, obtener mucha información en un instante, etc.

Actividades

De esta forma, el uso del móvil va ocupando cada vez más espacio en nuestra vida cotidiana y desplazando a otras actividades, a tal punto que puede interferir en nuestras actividades laborales, sociales y familiares”.

Tratamiento

¿Existen tratamientos efectivos que solucionen el problema?

La respuesta es sí, aunque lo verdaderamente importante es estar alerta a los primeros indicios que nos indican un uso desmesurado del móvil. Generalmente, nunca se es consciente de ello, por eso conviene tener en cuenta los comentarios que nos llegan de nuestro entorno más próximo sobre el tiempo que pasamos delante del móvil.