Domingo 19 de Mayo de 2024

Bitácora

LOS complejos de inferioridad que tienen que ver con la raza, datan de la época de la Conquista y posteriormente, en la Colonia, que duró más de 300 años. En México, vale más una persona de piel blanca que una de piel morena o de tono oscuro en su epidermis, según las instituciones y los cánones. ¿No creen?…

EL antropólogo Ricardo Muñoz Arenas, egresado de la Escuela Nacional de Antropología, explicó que las personas de piel blanca son las que se suelen encumbrar, no solamente porque sienten una superioridad racial y pictocrática, sino porque esa superioridad la avalamos todos los morenos que nos sentimos menos ante los güeros…

ES cosa de ver a los funcionarios de primer nivel, a los presidentes de la República que ha habido en México, a los Obispos, a los gerentes generales (CEO), como dicen los mamilas que ni inglés hablan, para darse cuenta que México es más racistas que algunas de las zonas del sur de Estados Unidos, donde se defendió la política del esclavismo, antes de la Guerra Civil de ese país. ¿Cuántos presidentes de la República morenos recuerda desde Benito Juárez? Muchos dirán que Gustavo Díaz Ordaz, pero la piel del más odiado de los mandatarios era blanca; lo que tenía de distintivo era su fealdad…

¿CUÁNTOS CEOS de empresas transnacionales conoce que sean de origen náhuatl o tének? Exacto, ninguno. La política del güerito prevalece, porque eso nos enseñaron nuestros padres y abuelos y así, sucesivamente, hasta llegar al punto histórico en el que se diseñaron tipos de ropa para que fueran usadas por los indígenas, en plena Colonia…

PUES este problema también vive en la mente de nuestros candidatos, que saben que lo blanquito es más rentable que lo moreno, a pesar de que el porcentaje de morenos en el país es de más de un 70 por ciento, de acuerdo con el propio INEGI y la que ahora no se resistió a la cirugía fast track del Photoshop fue Rebeca Terán Guevara, que aparece con un pálido británico en su fotografía oficial como candidata al Senado, cuando todos saben que sí, es blanca, pero los soles le han bronceado el semblante…

HACE no mucho, el caso fue más ridículo, porque se trató de Sonia Mendoza Díaz, quien goza de un tono de piel moreno que es ideal para los soles inclementes de la Zona Media y el Altiplano, donde ella ha representado ciudadanos, pero como la postularon para gobernadora en 2015, le pegó el tramafán y los artistas de la alteración visual la metamorfosearon, a tal grado que cuando la en ese entonces candidata visitaba una comunidad o ejido donde no era conocida, los ciudadanos no sabían por qué una señora morena les hablaba como la candidata, si la que aparecía en la foto era güera…

LO peor de todo es que ése es el nivel de políticos que tenemos: con complejos atávicos que deberían haberse superado hace mucho y con el tratamiento de su propia persona similar al de un producto de mercado, dentro de una sociedad que cree que lo blanco vale más que lo moreno…

¿LAS propuestas? Quién sabe, pero al menos la imagen ya está arreglada al gusto y conveniencia de los amantes de lo güerito y de lo de ojo azul y pelos de elote…

LA política en México se preocupa por la imagen, pero no aporta un ápice al debate o a la ideología de una postura que podría ser trascendental para los ciudadanos. El rollo es verse bien.