Lunes 06 de Mayo de 2024

Institución de la Eucaristía

La celebración del Jueves Santo es la Institución de la Eucaristía. La Iglesia descubre y celebra la actitud de amor fraterno de Cristo. El cuerpo y la sangre Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que […]

La celebración del Jueves Santo es la Institución de la Eucaristía.

La Iglesia descubre y celebra la actitud de amor fraterno de Cristo.

El cuerpo y la sangre

Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciado la acción de gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía”.

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis en memoria mía”.

Por esto cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz,

proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

La comunión

No se trata de una celebración individual donde cada uno hace lo que quiere, sino de una tradición recibida del Señor a través de la Iglesia en comunión.

Este camino de la tradición del Señor que se ha seguido a través de las generaciones cristianas es el que hace posible la renovación de la Cena y la Pasión del Señor, en todos los momentos de la historia.

Es un camino de ida en la historia que hace posible la vuelta, el recuerdo vivo y presente del sacrificio del Señor.

Nueva alianza

Es sacrificio pues la sangre es símbolo de la nueva alianza realizada en la cruz del Señor. Es también memorial, no simple recuerdo: La acción litúrgica realiza verdaderamente la salvación.

El pasado de la cruz del Señor se hace accesible en el presente de la vida de la Iglesia por medio de la celebración.

En la celebración tenemos, pues, el memorial y símbolo de la muerte del Señor.

La Eucaristía nos da el ejemplo de la entrega de Cristo para hacerlo realidad en nuestra vida.

Finalmente la Eucaristía es anuncio de la muerte del Señor hasta que vuelva.

El Señor presente en la Eucaristía es ya un anticipo ante el mundo de lo que será la culminación de la obra salvadora de Dios.

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