Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Un hombre de 20 años de edad, que vivía en la zona tének de Valles murió ayer en el Hospital General, luego de agonizar tres días por una herida de machete en la cabeza y, después de morir, su familia decidió donar sus órganos, beneficiando a más de 100 personas, de acuerdo con la directora del Centro Estatal de Trasplantes (Cetra), Thaydeé Grisell Monsiváis Santoyo.
La doctora Thaydeé Grisell estaba ayer esperando en las desoladas oficinas administrativas del Hospital General de Valles para que el cirujano Miguel Ángel Jaramillo Gante terminara de hacer el explante de las córneas, el hígado y los riñones del donante, para trasladarlos al Hospital Central de la capital del Estado.
Las córneas y los riñones serían para pacientes del Hospital Central; el hígado iría a beneficiar a un paciente del Instituto Nacional de Nutrición en la Ciudad de México y los huesos estarían destinados a ayudar a decenas de personas que son atendidas en el Instituto Nacional de Biotecnología, en Zapopan, Jalisco, preferentemente niños con tumores en los huesos que se salvarán de ser amputados, dado que el tejido músculo esquelético les daría esperanza de seguir completos y en recuperación.
Es la primera vez que se hace una donación de huesos en la historia de la Huasteca y, de 2017 a 2018 han hecho cuatro procesos de trasplantes en la Huasteca potosina.
El Hospital Central de la capital es el único donde actualmente se hacen estos procedimientos quirúrgicos, aunque pronto comenzarán a practicarlos en Valles.
Aunque la médico Monsiváis Santoyo no dio el nombre del donante, el hombre de 20 años que murió debido a una lesión en la cabeza era el de Luis Manuel Hernández Reséndiz, quien tenía la voluntad de donar sus órganos y ese deseo fue respetado por sus familiares.
