Lunes 20 de Mayo de 2024

“América primero no es América sola”

(AP)

Davos, Suiza.- “Estados Unidos primero” pero no “Estados Unidos en solitario” ha sido el mensaje que el presidente Donald Trump trasladó a la elite política y económica, a la que vendió sus éxitos económicos, pidió inversiones y brindó apoyo, pero a la que también dejó claro que se hará bajo sus reglas.

En su esperado discurso de cierre de la cuadragésima octava edición del Foro Económico Mundial, Trump sacó a veces el hombre de negocios que lleva dentro -al asegurar a los empresarios que “ahora es el momento perfecto para que ustedes lleven sus empresas, sus empleos y sus inversiones a Estados Unidos”-, y otras el político.

Consciente de que se encontraba ante un público que ha criticado su proteccionismo y aislacionismo y al que él, a su vez, ha atacado por elitista, el presidente desplegó un mensaje de doble filo en Davos: defiende los intereses de los estadounidenses pero “reafirma la amistad y la cooperación de Estados Unidos para crear un mundo mejor”.

En lo económico, Trump, el primer presidente de Estados Unidos en hablar en Davos después de Bill Clinton en 2000, sacó a relucir el buen estado de la economía estadounidense, los récords que baten las bolsas y los “históricamente bajos” niveles de desempleo que él se atribuye tras un año en la Casa Blanca.

“El mundo está siendo testigo del resurgimiento de un Estados Unidos fuerte y próspero, y estoy aquí para dar un simple mensaje: nunca ha habido un momento mejor para contratar, construir, invertir y crecer en EU”, aseveró.

“Estados Unidos está abierto para el negocio y volvemos a ser competitivos”, aseguró el mandatario, quien puso de ejemplo su rebaja fiscal, “la más grande en la historia de Estados Unidos”, que alivia a la clase media, a las pequeñas empresas y a las compañías grandes, tras recortar, entre otros, el impuesto de sociedades del 35 al 21 %.