Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
CIUDAD VALLES.- Hay un taxista que todavía tiene un estéreo en su carro para tocar casetes y no se ha deshecho de ese antiguo método de reproducir música porque es un recuerdo de su padre fallecido.
Abel Ruiz Villa es quizá el único en Valles que todavía circula por Valles escuchando una única cinta que sacó de un literal baúl de recuerdos de su padre, ya fallecido y que es una cinta de “Los Gavilanes”, una agrupación huapanguera de la región que canta los temas vernáculos de esta zona del país.
Lo más extraño de todo es que Abel dice que su Pontiac Matiz, 2009, que tiene número económico el 159, venía con ese estéreo con casete, quizá como un bono del final de una era de estéreos que ya tiene mucho que solamente traían la ranura del disco compacto.
A mediados de los años noventa, el Compact Disc (CD) le ganó la batalla al “cassette”, que era el nombre original del estuche en el que se contenía una cinta de audio que, desde 1960, se usó para grabar a los artistas y a los declarantes de todo el mundo. El CD siguió siendo el rey de los coches y de las casas, hasta que, en 2010 y 2011, comenzó a almacenarse.
