Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El psicólogo de la Universidad de Nuevo León, Blas Lara Barrón explicó que a muchos niños que son sólo inquietos los “diagnostican” los profesores como hiperactivos, lo que daña para siempre al menor de edad.
Comentó que para calificar a un niño de hiperactivo se debe considerar algo; los que sufren de esa condición tienen un desorden mental que los mantiene, sin parar, pasando de una actividad a otra cada dos a tres minutos.
Lara Barrón explicó que al niño que sólo es inquieto, quizá porque es inteligente o porque tiene mucha energía, se le comienza a aplicar terapia y medicamento injustificadamente, lo que lo aletarga, cuando en realidad su cerebro no necesita de ese medicamento.
Los profesores, los papás y gente no especializada suelen diagnosticar sin tener conocimiento, y eso puede afectar a un niño permanentemente. Por eso, el psicólogo se quejó de que en las escuelas, aunque mencionan que hay psicólogos a disposición para atender esos problemas, en realidad no los tienen.
De hecho, dijo que el niño hiperactivo sí debe trabajarse bajo terapia y fármaco, pero durante corto tiempo, porque el niño debe aprender a controlarse desde pequeño.
Consideró que la mayoría de las veces, los niños que son inquietos lo son porque viven en “casas hoteles”, lugares donde sólo se llega a comer, dormir y bañarse, pero nadie convive y cuando están juntos no se está al pendiente del pequeño. Recomendó media hora de convivencia, como mínimo.
