Martes 07 de Mayo de 2024

Bitácora

LA quieta calma de los primeros días de la liberación de la gasolina son quizá el preludio parsimonioso de una tormenta de aumentos que podrían redondearse en los 20 pesos, sí, los 20 pesotes por litro de gasolina, precio que sería el más alto de la historia de este país… LO malo es que existe […]

LA quieta calma de los primeros días de la liberación de la gasolina son quizá el preludio parsimonioso de una tormenta de aumentos que podrían redondearse en los 20 pesos, sí, los 20 pesotes por litro de gasolina, precio que sería el más alto de la historia de este país…

LO malo es que existe la certeza de que muchos gasolineros de esta región compran gasolina demasiado barata a plantas de Pemex, pero porque se trata más de un negocio de unos cuántos que le sacan ese líquido a la empresa de manera ilegal y eso significa una competencia desleal, porque los que compran más barato que lo legal, pueden, por obviedad, vender más barato, y sin embargo, los que compran a más de 15 pesos para vender a 16 y fracción ya ni siquiera se ven inmersos en una competencia, sino en un proceso de arrase económico sin precedente…

LO que sí es cierto es que la demanda hará que suba la gasolina y este diciembre es la primera temporada alta de la liberalización tan temida por todos y tan comentada a lo largo y ancho del país…

AYER se aprobó la Ley de Movilidad Universal, bajo la protesta de los diputados de izquierda, que la consideran represora, porque dota de facultades a las autoridades de hacer que la movilidad ciudadana y social se cumpla, que es una especie de eufemismo para rematar con que se quitará con la fuerza a todo aquél que cierre calles, caminos, carreteras, periféricos y bulevares…

LOS votos fueron en su mayoría priistas y panistas y fueron así: 292 a favor, 100 en contra y una abstención, con lo que se gana dos a uno en el Congreso porque se permita al ciudadano moverse, a pesar de las protestas y las manifestaciones, cosa que, de entrada parece muy lógica, aunque tiene sus pequeñas trampitas escondidas…

EL primero de los garlitos es que la manifestación quizá ya ni siquiera se vea reprimida, porque se convertirá en un lastre social, de acuerdo a las autoridades, pero la libre manifestación de las ideas y de los reclamos al sistema político están amparados en la Constitución…

SE tendría que ver así: el manifestante no hace lo que hace porque le guste, porque sea chairo, pro Peje o un insoportable de plano: hay gente de derecha que se ha manifestado, hay agricultores que se tienen que manifestar, porque la Sagarpa se hace la que la Virgen le habla con los paquetes tecnológicos; hay mujeres que se tienen que manifestar para exigir respeto y hay reporteros que se tienen que manifestar para exigir que haya protección a sus vidas y se detenga el río que se ha formado con su sangre…

Y mucha gente más se tendrá que manifestar porque hay ocasiones en las que hay que gritar para ser escuchados. Ajá, sí, hay que hacerlo, porque muchas veces el Gobierno soslaya las exigencias de un sector y no es sino a través de la manifestación estentórea y de plantón como les hacen caso…

HAY gente que odia las marchas de maestros porque aprendieron a odiarlas mecánicamente, ya que el sesgo televisivo que veían en sus pantallas era el que el Gobierno ordenaba darle a la protesta…

NO se trata de ser un promotor del caos ni del marasmo vial en ciudades con tanto interés económico, sino de reflexionar sobre ese derecho de desgañitarse que todos tenemos contra el que ya no hace caso porque desde su cumbre, no se escucha lo que el pueblo, constitucionalmente, mandata…

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