Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Casi todo el presupuesto del Centro de Rehabilitación Integral (CRI) se va en personas que son discapacitadas porque se descuidaron y porque no aceptaron a tiempo que estaban enfermos de diabetes, al contrario de los que se accidentaron y los que nacieron con una discapacidad.
Cruz Martínez Guerrero, quien es el actual director del CRI, dependiente del Sistema DIF Municipal, aclaró que del 100 por ciento de los 225 pacientes que toman terapia en sus instalaciones, el 45 por ciento, algo así como 100 personas, son pacientes que pudieron haber evitado ser discapacitados y que no lo hicieron en su momento.
Es decir, mucha gente que no acepta su enfermedad, es decir, que siguen viviendo como antes de ser diagnosticados con diabetes: tomando refresco de cola, bebiendo alcohol, comienzo grasas saturadas o azúcar, es la que forma la mayoría de los que están dentro de las terapias y los que más presupuesto absorben, porque no sólo se trata de la amputación de sus piernas, sino de males renales que les causan otros padecimientos más graves.
Otro 25 por ciento de los enfermos son discapacitados permanentes, es decir, de los que nacieron o adquirieron la discapacidad desde antes de nacer y un 30 por ciento más son discapacitados que perdieron alguna extremidad o movilidad debido a un trágico accidente.
