Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El Partido Revolucionario Institucional hizo una convención al porrismo y a la autocomplacencia, dentro de un acto protocolario de la CNC, un evento del Día Internacional de la Mujer Rural y una vehemente exultación de la diputada Delia Guerrero que todo vitoreaba.
Los organizadores del evento de ayer, en el que se recibió al líder nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC), el senador Ismael Hernández Deras le pueden preguntar a quién les dé la gana que cómo les quedó el ojo y que ellos pueden seguir haciendo los mismos eventos con la misma tónica de gritos en el estrado, de salutaciones eternas, de zalamerías al presidente y de ese porrismo que adora a los líderes y que les canta, les vitorea e idolatra.
El Club de Leones de Valles, ubicado en la salida a la ciudad de Tampico fue el acto en el que se juntaron varias responsabilidades, pero lo de menos fue tomarle su protesta a los 58 comités municipales de la CNC en San Luis Potosí que fueron elegidos bajo una incomprensible paradoja, porque son “absolutamente democráticos”, pero también “fueron elegidos por acuerdos de unidad”, como dijo el líder estatal Gerardo Limón Montelongo.
Pero antes de la toma de protesta, una Delia Guerrero, fuera de sí, gritaba los nombres de los asistentes y los vivas a las autoridades, azuzando a los 800 asistentes que abarrotaron el lugar, pero cuando le tocó su alocución, se le olvidó el apellido del Gobernador y se quedó en un desesperante “Juan Manuel…” que los asistentes completaron con un “¡Carreras!”.
El Gobernador del Estado salió en su versión más entusiasta y como capitán de equipo de animación, ordenó a la concurrencia en un tono muy alejado de su parsimonioso estilo que repitieran con él “¡Con todo!”, después de que él les preguntara “¿Cómo están?”, como un conductor de televisión de los años noventa.
Los que le dedicaron sus discursos a Enrique Peña Nieto, saludándolo como un mandatario responsable y consciente fueron el líder nacional cenecista y Leticia Barrera Maldonado, secretaria de Acción Femenil de la CNC a nivel nacional. Ésta pidió aplausos para el presidente Peña y tímidamente, unos cuantos de enfrente vitorearon
“¡Peña, Peña!”, pero nada más, porque esos priistas y cenecistas también han de pagar la gasolina igual que los demás. Es más, dijo Leticia que a Peña se le debe la sacrosanta propuesta de que los cargos políticos sean 50 por ciento para hombres y 50 por ciento para mujeres y “amor con amor se paga”, por eso pidió otra ovación.
El PRI se reivindicó en el Club de Leones de Valles, con sus figuras más emblemáticas de la entidad, echándose porras sin control, unos con otros y demostrando que el partido sigue igual, con los mismos eventos y las mismas costumbres.
Al final, una descomunal comilona de zacahuil y barbacoa de res esperaba a los asistentes en el exterior del salón.
