(EFE)
Ginebra.- Tanto el relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos, Michael Forst, condenó ayer “firmemente” el asesinato del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado mexicano de Baja California Sur, Silvestre de la Toba Camacho. También lo hizo la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
En un comunicado, Michael Forst pidió al Gobierno mexicano que establezca medidas de protección para los defensores en riesgo, incluyendo al personal de instituciones de derechos humanos nacionales.
Sivestre de la Toba Camacho murió el pasado 20 de noviembre en un ataque en el que también falleció su hijo y que dejó a su mujer y su hija gravemente heridas. “Condeno el asesinato de Silvestre de la Toba en los términos más fuertes posibles y me siento igualmente indignado por el asalto a su familia”, dijo el relator especial de la ONU.
“Insto al estado y a las autoridades federales a garantizar que se lleve a cabo una investigación exhaustiva para llevar a los culpables ante la Justicia”, manifestó. En tanto, en un comunicado remitido por su portavoz, la alta representante de la UE destacó que se trata del primer asesinato de un ombudsman estatal en décadas y reclamó “una investigación rápida y transparente para llevar a los responsables ante la justicia”. Para la UE, el asesinato a tiros del ombudsman mientras viajaba por las calles de su ciudad en una camioneta acompañado de su hijo “es un signo preocupante de la frágil situación de los defensores de los derechos humanos”.
