(El Universal)
LA PAZ, BCS. – Durante el velorio de Silvestre de la Toba Camacho, ombudsman de Baja California Sur, ayer jueves por la mañana acudió el gobernador Carlos Mendoza Davis, y al término de la guardia, familiares lo increparon exigiendo un alto a la violencia e inseguridad que enfrenta el estado.
El gobernador arribó poco antes de las 10 de la mañana a la funeraria “El Arbolito”, en La Paz, y junto a su esposa Gabriela Velazquez Dipp, montaron una guardia de honor junto a los féretros del ómbudsman y su hijo, Fernando De la Toba Lucero, quien también fue asesinado en la agresión a la camioneta en que viajaban el lunes pasado.
Al término de la guardia, ya para retirarse, el mandatario daba su primera declaración a los medios sobre el atentado cuando lo increparon primos del ombudsman, refiriendo la falta de resultados en materia de seguridad.
“Ahí se quedó mi tía sufriendo. ¿Qué va a hacer ahora, señor gobernador? ¿No le duele? Está dando la cara política nada más. Es lo que están dando para el pueblo. Soluciones es lo que tiene que dar. Soluciones”, gritó un primo del ombudsman.
El gobernador respondió que sabía su responsabilidad y dijo que los hechos le dolían.
“Entrevístenlo en la calle, allí donde debe estar el gobernador. Señor gobernador, nosotros empeñamos la voluntad, yo fui parte de su campaña. Yo convencí gente para que votara por ustedes. Yo le creí. Yo creí que usted tenía la forma de resolver esre problema, pero no lo está haciendo. Acaban de matar a una persona inocente y se llevaron a su hijo también. Silvestre era mi primo y era una persona intachable. Nada tenía que ver con esto”, siguió el familiar.
En ese momento, Mendoza Davis respondió que el ómbudsman era su amigo y lamentaba el atentado.
“Créame que entiendo. Lo siento”, decía.
