Silvia Neri Corona
[Huasteca Hoy]
XILITLA. El pasado 6 de octubre, Ixida Hernández de 32 años de edad, de la comunidad de Tlaleta de este municipio, fue trasladada de urgencia vía aérea en helicóptero de Gobierno del Estado a través de la red de traslados de pacientes en estado crítico, del Hospital General de Ciudad Valles con destino al Hospital Central; días antes había sido intervenida de cesárea de urgencia con 32 semanas de gestación, por una afectación denominada hígado graso.
“El hígado graso en embarazadas no se puede prever, es repentino y es 100 por ciento mortal en las pacientes embarazadas”, recuerda el director del Hospital General de Ciudad Valles, doctor Christian Alemán, ginecólogo de especialidad, quien comandó la cesárea de donde se obtuvo una pequeña de 1.2 kilogramos de peso viva, la cual tuvo que ser llevada al área de neonatología del hospital.
Christian Alemán indicó que Ixida fue derivada por su unidad en Xilitla, porque presentaba ictericia (coloramiento amarillo), llegó al hospital se le detectó hígado graso y fue intervenida de urgencia porque estaba en riesgo la vida de ella y su hijo en el vientre.
“Es un evento que denominamos catastrófico. Tenemos que intervenirla de urgencia, obtenemos una pequeña de tan sólo 1.2 kilogramos, prematura que también requiere atención de neonatología en nuestro hospital. Posteriormente Ixida causa hemorragia obstétrica que pone en riesgo su vida, la metemos nuevamente a quirófano”, recuerda el director del Hospital General de Ciudad Valles de la Secretaría de Salud.
