Verónica Galván
[Huasteca Hoy]
Conmemoran el Día del Ferrocarrilero, sin ferrocarrileros, ayer durante un homenaje en la colonia La Estación, donde fue colocado un arreglo floral en el busto de Jesús García Corona, quien fue un maquinista mexicano recordado por dar su vida para salvar al pueblo de Nacozari, Sonora, acción por la que se le conoce como “El Héroe de Nacozari”.
A pesar de que este sector es conocido porque ahí habitan las familias de quienes se dedicaron a esta labor, el Ayuntamiento no invitó ni a los ex trabajadores de ferrocarriles, ni a sus familias a recordar el 110 Aniversario Luctuoso de Jesús García Corona.
La ceremonia comenzó después de las 8:30 de la mañana, con la asistencia de muy pocos funcionarios municipales, tampoco estuvo el alcalde, sólo el secretario del Ayuntamiento, Fernando González Castañeda y cinco regidores.
Participaron los niños de un jardín de niños y de la primaria de la misma colonia, donde los menores presentaron una breve reseña de la vida del maquinista, una canción y un bailable.
A la parte trasera del lugar del evento comenzaron a llegar algunos trabajadores de ferrocarriles, quienes son empleados, encargados de reparar las vías del tren que aún funcionan en el lugar y por donde pasan trenes de carga, pero refirieron que no habían sido invitados, llegaron por casualidad, porque vieron a lo lejos a las personas que comenzaban a llegar y escucharon ruido, fue ahí cuando se dieron cuenta del homenaje y se acercaron al lugar.
Ya casi al finalizar el homenaje una persona de protocolo los invitó a unirse al homenaje, pero sólo permanecieron unos cinco minutos, porque el evento ya se estaba acabando.
En el lugar también se encontraba Enrique García Collado, hijo de Sebastián García Rodríguez, quien fue mayordomo de vía. “Mi padre fue ferrocarrilero, era originario de San Mateo, San Luis Potosí, él entregó su vida al ferrocarril para sacarnos adelante, pero siempre nos dijo que estudiáramos porque nos decía que la vida de un ferrocarrilero es muy difícil. En su caso, por ejemplo, nunca estuvo en Valles, siempre estuvo fuera y nos veía cada semana o cada 15 días y nos dijo que ese trabajo era muy duro”.
Dijo que recuerda el movimiento de la estación de los ferrocarriles con mucha alegría,
“en mi niñez yo vi el movimiento comercial, llegaban personas con granos, con verdura, fruta y con muchas cosas de lejos para vender, pero este lugar ya no tiene vida, está abandonado, ahora lo usan como bodega y hasta sellaron las puertas, en este año rehabilitaron el techo que se encontraba en muy mal estado”.
Además, hay vándalos que destruyen el lugar y como está oscuro, por las noches lo usan como guarida. “Este sitio debería ser un museo, cuando Socorro Herrera fue alcaldesa recibió las instalaciones para hacer un museo, pero nunca hizo nada, se perdió el recurso y ya nadie ha hecho nada por rescatarlo, aunque las familias de los ferrocarrileros vivimos alrededor de la estación, nunca nos toman en cuenta en los homenajes, ni siquiera a los que trabajaron en esta actividad y aun viven cerca”.
