Viernes 17 de Mayo de 2024

Víctimas soportan lenta recuperación

(AP)

CIUDAD DE MÉXICO.- Con el casco puesto, Rodrigo Díaz Mejía se alza sobre un automóvil aplastado y se encarama hasta llegar a un apartamento que quedó expuesto tras el terremoto del 19 de septiembre. Adentro, halla el retrato de dos chicos colgando de una pared agrietada. Se lo pone bajo el brazo para llevárselo a la familia.

Díaz Mejía, mecánico de profesión, ha estado desde hace varias semanas metiéndose por paredes rotas y pisos agrietados, infiltrándose en las residencias derruidas del conjunto residencial Tokio 517 en el centro de la Ciudad de México, tratando de rescatar fotos, ropa y documentos para las familias que se vieron obligadas a huir. Pero ahora, dice, las persistentes lluvias y obstáculos podrían obligarle a desistir. Aventurarse entre las ruinas se ha vuelto más peligroso, dice Díaz Mejía, señalando hacia tres edificios en la zona Portales, dos de los cuales se colapsaron.

Miles de residentes de la Ciudad de México no han podido regresar a sus viviendas.