Redacción
[Huasteca Hoy]
TAMAZUNCHALE. El médico originario de esta localidad que se encontraba involucrado en la muerte de una joven enfermera, fue capturado por policías ministeriales en el estado de Aguascalientes.
Ayer la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó de manera oficial, que policías ministeriales adscritos a este Municipio en colaboración con sus similares de Aguascalientes, detuvieron al doctor Rosalío H., quien se mantenía prófugo de la justicia desde el año 2009 acusado del delito de homicidio por omisión en el municipio de Tamazunchale.
Sobre los hechos se dio a conocer que el 15 de julio del 2009, una enfermera que laboraba con dicho galeno, de nombre A. dela G. de 21 años de edad, tuvo complicaciones de salud supuestamente por un medicamento suministrado mediante una inyección, y fue atendida en el consultorio de Rosalío, que se encontraba ubicado en el barrio San José de esta localidad.
“Sin embargo, consideraron (los familiares de la víctima) que los procedimientos del personal médico no fueron los correctos, tanto en el tiempo de aplicación de los medicamentos, como en determinar el traslado urgente a una clínica por no contar con el personal ni equipo necesarios, lo que derivó en la muerte de la joven paciente que en ese tiempo contaba con 21 años de edad”.
Las investigaciones realizadas por los policías ministeriales permitieron integrar la averiguación previa, la cual fue analizada por el Juez Mixto de Primera Instancia con sede en Tamazunchale, quien libró dos órdenes de aprehensión.
La primera se cumplió en junio de 2013, y fue en contra de una enfermera de nombre Rocío S. de 23 años, vecina de la delegación Tamán, pues ésta asistió al médico el día de los hechos, y por lo tanto también tuvo responsabilidad.
El segundo mandamiento, que era en contra del galeno, no pudieron cumplirlo porque éste se fue de la localidad, sin embargo los investigadores le siguieron el rastro y finalmente lograron ubicarlo en Aguascalientes, donde se logró su detención.
Cabe mencionar que antes de salir de la entidad, el doctor Rosalío argumentó públicamente que la víctima tenía problemas psicológicos recurrentes, y dentro de su servicio ella misma se inyectó una dosis de medicamentos que le ocasionó la muerte, y que cuando él se percató era demasiado tarde.
Incluso mencionó que el entonces Procurador de Justicia, Juan Carlos Vargas Negrete, y una agente del Ministerio Público, tuvieron una mala actuación, pues volvieron su caso político.
