Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Los niños chantajean a sus madres para que les den de comer alimentos chatarra, pero porque ellas los alimentaron mal desde que estaban dentro del vientre, de acuerdo con la nutrióloga del IMSS, Denisse Amador Galván.
La nutrióloga habla con un tono parsimonioso que no corresponde a la cifra escandalosa que da a conocer: el 35 por ciento de los jóvenes en Valles y en todo el país, -porque es una cifra nacional- sufren de obesidad mórbida. O sea, no se encuentran en situación de sobrepeso o de obesidad solamente, es decir, no tienen unos kilitos de más, sino que son personas a las que comúnmente se les llama “gordos” y que sufren de alguna enfermedad crónico-degenerativa, tienen expectativas de vida corta y son excluidos socialmente, precisamente por su apariencia física.
Para que se entienda claramente: si llegasen a reunir a 100 jóvenes universitarios o preparatorianos en una cancha de una escuela, 35 de ellos calificarían como personas obesas con riesgos de salud y con incapacidades físicas.
¿Cómo se llegó a tanto?
La madre cree que el bebé que tiene en el vientre goza de las cosas ricas que ella come, sin embargo, esta práctica comienza a condicionar gustos que el bebé conservará siendo un pequeño recién nacido y en toda su niñez.
La madre mexicana y la huasteca suelen compensar a sus hijos con platillos ricos en sabor, pero con altos contenidos de grasas y carbohidratos, entonces, cuando esa misma madre intenta alimentar con comida sana a su hijo, éste se niega a comer, a menos que se le sirva la comida sabrosa y nada saludable a la que lo acostumbraron. “La madre, con tal de que no se quede sin comer, le da de comer chatarra”.
Un adulto que suele descuidar su alimentación, fue un niño al que alimentaron con puros bocoles, gorditas, sopes, zacahuil, hamburguesas, pizzas, taquitos y otras comidas que efectivamente son gozosas para el gusto, pero que causan mucho daño al organismo.
No tengo dinero…ni nada qué dar
La nutrióloga Amador explica que lo que más comemos los huastecos, después de analizar los recordatorios de dieta que hacen sus pacientes, son tortillas, panes, tamales y tacos.
