Jaime Hernández
[San Luis Hoy]
La encargada de despacho de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Rocío Cervantes Salgado, indicó que, de acuerdo al reporte de la institución bancaria que manejó la nómina secreta detectada en la dependencia, ninguno de los beneficiarios es trabajador de la institución.
La dependencia confirmó que el extitular de la dependencia y responsable de autorizar los pagos, Jesús Martínez Loredo, no presentó ningún argumento en su descargo.
En entrevista, Cervantes Salgado calculó que en el reporte bancario sobre la dispersión de 2.7 millones de pesos del sistema complementario de nómina ordenado por el ex titular Jesús Martínez Loredo, aparecen entre 15 y 20 cuentas que recibieron esos fondos, ninguno de los cuales es de trabajador de la ASE.
La nómina secreta era manejada por Abraham Reinhardt, coordinador de Auditorías Especiales, y Fernando Barrera Guillén, supervisor técnico contable de esa coordinación. Cervantes Salgado señaló que ninguno de los dos fue llamado a comparecer sobre este asunto porque ninguno de los dos completó el proceso de entrega-recepción de sus cargos, pese a que ambos fueron despedidos en junio pasado.
Por esa razón, como superior de ambos, fue Martínez Loredo al que se llamó a aclarar, dándosele un plazo de 15 días para hacerlo. El límite se cumplió ayer a las 15:00, pero la ASE no recibió nada, comentó la entrevistada.
Cervantes Salgado, quien envió en junio un requerimiento al banco Banorte para conocer las cuentas en las que se dispersaron los 2.7 millones de pesos erogados en la nómina “independiente” entre febrero y mayo pasados, indicó que en respuesta, recibió un archivo de Excel con entre 15 y 20 cuentas receptoras y sus titulares.
La funcionaria reveló que ninguno de los nombres corresponde a empleados de la ASE.
“Se trata de gente ajena a la Auditoría. No hay recibos, no hay comprobantes”, señaló. Indicó que desde que detectó los pagos, remitió al asunto a la Contraloría Interna de la ASE que ahora deberá determinar si se inicia un procedimiento de sanción, aunque acotó que sólo podría haberlo con Abraham
Reinhardt y Barrera Guillén. A Martínez Loredo, por normatividad, lo puede sancionar sólo un superior, el Congreso.
