Viernes 17 de Mayo de 2024

Pruebas débiles contra esposo de Garrido: Abogado

[EFE]

Ciudad Victoria, México.- Sin la causa de la muerte clara, las autoridades tienen pruebas “débiles” contra Jorge Fernández, esposo y presunto asesino de la española Pilar Garrido, dijo hoy el abogado del acusado, Martín Lozano, quien aseguró que su cliente no ha dado declaraciones contradictorias.

“Se están basando en estas discrepancias de su denuncia, en la temporalidad y porque es criminólogo; pero ser criminólogo no te hace criminal. Se está partiendo de una premisa falsa que inevitablemente nos va a llevar a conclusiones falsas”, explicó a Efe Lozano a la salida de una visita a Fernández.

La desaparición y muerte de la valenciana Pilar Garrido dio esta semana un vuelco de 180 grados cuando la fiscalía del nororiental estado de Tamaulipas acusó a su marido de golpear y estrangular a su mujer, dejando el cadáver al lado de una carretera cuando volvían de pasar unos días en la playa.

No obstante, Fernández siempre sostuvo que la pareja regresaba el 2 de julio en coche a Ciudad Victoria, capital estatal, cuando un vehículo con dos hombres los interceptó para intentar robarles el automóvil, pero acabaron llevándose a su mujer, de 34 años. Su abogado remarcó hoy que la fiscalía tiene elementos “muy débiles”, especialmente porque falta determinar “la causa de la muerte”.

Indicó que las autoridades se basaron en una hipótesis elaborada por una perito en antropología para acusar a Fernández. “Es una hipótesis que se contrapone con la autopsia”, aseveró. Así, desecharon la opinión de la médica forense de la fiscalía, cuyas conclusiones, no obstante, también están incluidas en la carpeta de investigación.

Esta doctora determinó que “no hay causa ni fecha exacta de la muerte, porque no hay lesiones ni fracturas en los restos óseos” hallados el 26 de julio, lo que “echa por tierra la otra hipótesis”.

Otro de los elementos de la fiscalía son las supuestas discrepancias en el testimonio de Fernández sobre cómo aconteció el crimen, así como la tardanza en llegar a la capital estatal y denunciar el suceso.

El mismo domingo 2 de julio el esposo acudió a una unidad especializada en antisecuestros y un agente le tomó “verbalmente” el suceso, no se abrió un acta hasta el día siguiente. “Tenemos el nombre (del agente) y todo”, aseguró el abogado.