Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El eclipse era un mal presagio para los antiguos porque significaba que el dios sol había perdido la guerra contra las fuerzas de la oscuridad, en pleno día, cuando él es más poderoso, relató el arqueólogo y antropólogo, Guillermo Ahuja Ormaechea.
El estudioso de las culturas antiguas planteó un escenario como sigue: el día, es producto del sol y el sol es un guerrero que reina con su luz, porque vence a los seres del inframundo todos los días, cuando desciende a los infiernos. El eclipse significaba para los antiguos que el sol había sido derrotado por las deidades oscuras de la noche, por eso causaba tanta zozobra y miedo.
Refirió que en todas las culturas había un tratamiento religioso similar, por eso, en todo el mundo se escuchan argumentos sobre el mal augurio o sobre el fin del mundo cuando sucede un eclipse, porque el fenómeno astronómico no deja de causar expectación y temor a muchos.
Refirió Ahuja Ormaechea que este tipo de cultura pervive en muchos de los actuales mexicanos, por ese motivo, siempre es causa de escándalo y de miedos infundados.
