Le dio un paro cardiaco
Daniel Vázquez
[Huasteca Hoy]
TAMAZUNCHALE. La muerte sorprendió a un empleado de una bodega de abarrotes ubicada en la zona centro; estaba comiendo con su hijo, cuando repentinamente se desvaneció y pese a que fue auxiliado por policías municipales, llegó sin signos vitales a un nosocomio.
A la clínica de IMSS Zacatipán llegó muerto Armando Hernández Hernández, quien contaba con 49 años de edad y tuvo su domicilio en la comunidad de Buenos Aires de la delegación de Tamán.
Lo acompañaba su hijastro Francisco Flores Pérez de 27 años de edad, quien refirió que el infortunado laboraba en el departamento de verduras de la negociación Bodega de San Juan, ubicada en bulevar del barrio San Juan de la zona centro.
Explicó que ambos se encontraban laborando en dicha negociación, pero alrededor del mediodía decidieron ir a descansar un momento para consumir sus alimentos que les habían llevado.
Luego de comer, su padrastro se empezó a sentir mal, desvaneciéndose, por eso pidió auxilio a unos policías municipales, quienes en ese momento lo trasladaron a bordo de una patrulla a dicha clínica, pero llegó ya muerto.
El médico que lo revisó informó a los uniformados que Armando murió a consecuencia de un infarto agudo al miocardio, y pese a que fue necesaria la presencia de policías ministeriales y personal de la Subprocuraduría de Justicia, no hubo delito que perseguir.
