Verónica Galván
[Huasteca Hoy]
Indígenas de la zona tének luchan porque no se pierdan tradiciones como “La danza de la Cruz”, la cual está integrada por músicos y danzantes que de manera tradicional la bailan durante las ceremonias especiales.
Cada comunidad tének tiene su propia danza, en este caso, esta fue creada por un señor de nombre Cirilo, quien ya falleció hace unos años pero su familia continua la tradición, hijos y yernos que son los danzantes. Agapito Ríos Flores, Jorge Ávila Pérez y Florencio García Pérez son los músicos que integran el grupo.
Agapito Ríos dijo que la idea de esta tradición, es que los niños de queden con este legado, que conserven la danza, que aprendan a bailarla y que valoren su cultura, pero además que no se avergüencen de ser indígenas.
Jorge Ávila, dijo que él aprendió a tocar a la edad de 10 años, y que comenzó a tocar la música con su violín, el cual aprendió a armonizar de manera empírica, pero tanto era su gusto por la danza que él mismo construyó su primer violín con cuerdas de nylon y una varita.
La danza esta integrada por 18 bailadores (hombres y mujeres) y tres músicos, que tocan el violín, la jarana y la guitarra quinta, aunque a decir del vestuario al paso de los años ha sido modificado porque es difícil conseguir calzones y camisas de manta, ahora utilizan pantalón azul marino y camisa o playera blanca, además de que la mujer se viste de blanco y se coronan por el respeto que se le tiene a ellas, lo único que se conserva son los huaraches, los adornos con listones y las maracas.
“Las dependencias de Gobierno no conocen todas las danzas, ni todas las tradiciones, falta mucho apoyo de su parte hacia la cultura y las tradiciones”.
Jorge Ávila mencionó que “para mi ser indígena es un orgullo, nosotros conservamos los valores, como el respeto hacia la familia y hacia nuestros propios vecinos, inculcamos a nuestros niños el respeto hacia los abuelos.
, pues hay familias sobre todo en las zonas urbanas, donde los abandonan y no los ayudan, esto es por la falta de valores”.
