(Agencias)
Ciudad de México.- Tres días después de la riña que le costó la separación definitiva de los Lobos BUAP, el colombiano William Palacios dejó México con destino a su país para buscar encontrar equipo todavía dentro del mercado de fichajes de este verano.
Acompañado por su esposa y su hija, lamentó que la directiva no comprobó los hechos y aceptó que en la pelea contra Julián Quiñones forcejearon con un cuchillo, pero aclaró que no fue él quien tomó ese objeto.
“Empezamos a pelear en mi casa, peleamos y yo le pegué con un puño y lo lastimé creo”, explicó al diario Cancha.
“Él fue y buscó su cuchillo, vino y me lastimó a mí en la cabeza y después de eso él mismo en el forcejeo se cortó los dedos”.
Palacios dijo que ambos estaban en estado de ebriedad y que si bien podría demandar a Quiñones, aclaró que en vez de ello ambos se ofrecieron disculpas.
El incidente ocurrió después de que Lobos venció en casa al Pachuca y estos futbolistas pasaron la noche en el bar La Santa, tras lo cual fueron a sus casas, ya que son vecinos.
“Julián estaba en su casa con unos amigos también, pero vivimos en casas continuas. Como yo no traía llaves, tuve que entrar por la suya”, agregó.
“Estuve ahí en su casa un rato, me vine para mi casa, estábamos muy tomados prácticamente todos. Él (Julián) se vino detrás de mí”.
Tras ello, Quiñones entró a casa de Palacios y como no se quería ir comenzó la discusión, según contó el ahora exfutbolista de Lobos.
También descartó que Quiñones peleara para defender a la esposa de Palacios, por lo que este último dijo que prueba de ello es que viajaba con ella y su hija. Además, recordó que Tigres es dueño de sus derechos pero que los regiomontanos no se han comunicado con él para ver por su futuro.
