Verónica Galván
[Huasteca Hoy]
Las quejas por violencia familiar van en aumento, sobre todo los casos hacia la pareja y los hijos, que son el motivo más recurrente de denuncias que ha atiende la Coordinación Municipal de los Derechos Humanos, según indicó la titular, Francisca Rangel Herrera.
Algunos conflictos se detonan cuando no hay nada de comer en casa, cuando no hay dinero, o cuando el marido no aporta para los útiles escolares o uniformes de los hijos. Estas situaciones se toman como escusas, y es ahí donde acontece el enojo, los conflictos y la violencia.
Rangel Herrera señaló al alcoholismo como uno de los detonantes principales, aunque hay otros, y declaró, que la falta de empleo también es factor importante de agresión.
“Cuando encontramos casos de violencia familiar los canalizamos a las instancias municipales, en todo el proceso se da el servicio y atención adecuados”, señaló.
Debido a esto, se han ofrecido diversas alternativas, como la de acercar a la zona indígena (que es donde más se acentúa el problema) la bolsa de trabajo.
La coordinación a su cargo también promueve el autoempleo como parte de las brigadas de apoyo, como la elaboración de manualidades, que es un primer paso, para después buscar los mecanismos para que esas persona puedan comercializar su producto y afianzar así una fuente de ingresos que reduzca el agobio económico, y por consecuencia, los niveles de hechos violentos en el interior de las familias.
