(EFE)
Beirut.- Al menos quince civiles murieron en las últimas doce horas en dos ataques en la provincia nororiental siria de Deir al Zur, fronteriza con Irak y controlada casi totalmente por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), informaron ayer activistas y medios de comunicación oficiales sirios.
Según la agencia de noticias estatal SANA, al menos tres civiles perdieron ayer la vida, entre ellos un menor, y otros trece resultaron heridos por el disparo de cohetes por parte de los extremistas contra un barrio bajo el dominio de las autoridades sirias en la ciudad de Deir al Zur, capital provincial.
La mayor parte de la provincia de Deir al Zur está en manos del EI, menos algunos distritos de su capital y su aeropuerto militar, en poder de las fuerzas gubernamentales sirias. En tanto, la coalición liderada por Estados Unidos anunció la muerte de varios mandos de EI en Siria, encargados de planear ataques en el exterior, informó ayerel Comando Central (Centcom).
El mando militar estadounidense encargado de las operaciones en Oriente Medio anunció la muerte de Abd al Ghafur, un responsable de operaciones exteriores, y otro colaborador en un ataque aéreo el pasado 24 de julio en Abu Kamal, en el sureste de Siria.
Asimismo, el pasado 16 de julio un asistente de Al Ghafur, Abu Hamman, y otros tres supuestos milicianos fallecieron en otro ataque aéreo ocurrido en Deir al Zur (noreste).
“Abd al Ghafur y Abu Hamman eran responsables de gestionar y dirigir operaciones exteriores y participaron en planes para atacar en Oriente Medio y objetivos en Occidente”, indicó en un comunicado el Comando Central.
Asimismo, se informó que El Ejército libanés bombardeó ayer con artillería posiciones del grupo yihadista EI en el valle oriental de la Bekaa, dijo a Efe una fuente militar.
“Los bombardeos causaron varias víctimas en las filas de los yihadistas”, afirmó la fuente, sin precisar el número de bajas.
Los ataques de las unidades militares se centraron en zonas de las regiones de Ras Baalbeck y Al Qaa, en el norte de la Bekaa, indicó la fuente.
El Ejército libanés, que ha mantenido una posición defensiva en la ofensiva lanzada por el grupo chií Hezbolá hace dos semanas en la región de Arsal, en el noreste del Líbano y limítrofe con Siria, está reforzando sus posiciones para realizar en breve una operación militar para expulsar a los extremistas del territorio.
