Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
La actitud de los maestros mestizos o blancos que violan o abusan de muchachas indígenas es una clara herencia del pensamientos caciquil, tanto de una parte como de la otra, aseguró el antropólogo Guillermo Ahuja Ormaechea.
El especialista opinó acerca de los tres casos en que alumnas o exalumnas de planteles de secundaria o bachillerato son seducidas, extorsionadas por sexo o violadas por sus propios maestros en institutos.
El problema, dijo, es de herencia social y es de dos vías, de acuerdo con Ahuja Ormaechea. “El maestro que tiene en sus manos la autoridad, actúa como un cacique, un jefe que todo lo puede y que puede tomar lo que quiera como propio, así sea el cuerpo de sus alumnas. En el caso de las jovencitas, la actitud es de sometimiento, porque hay muchas mujeres que saben que accediendo a los placeres del patrón o del jefe, es como pueden ascender socialmente. Es terrible, pero es así, apuntó.
Casos y cosas
En Tamazunchale, un maestro de secundaria con licencia para desempeñarse como director del servicio de Agua Potable, llamado Horacio Belmonte, apareció en páginas de Facebook retozando sin camisa, con un par de adolescentes, alumnas de secundaria.
Hasta ahora van tres denuncias de tres parejas de padres de jovencitas “seducidas” por el educador, interpuestas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, además de que hay una recomendación para que la PGR investigue el caso, porque se supone que hay una red de profesores que sostenían relaciones sexuales con las jovencitas a cambio de regalos y de beneficios.
Existe un video donde Belmonte se besa con dos jovencitas al mismo tiempo y en el que no se aprecie que las adolescentes sean obligadas a cometer tal acto con un hombre que tiene edad como para ser su padre.
Luego está el caso del director de la Universidad Intercultural de Matlapa, quien presuntamente pedía a los maestros que le mandaran a las alumnas físicamente atractivas que tuvieran materias reprobadas para pedirles favores sexuales a cambio de la aprobación. El caso ya tiene vista de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Valles y se investiga con las jóvenes, quienes, por cierto, son de origen indígena y de comunidades muy marginadas.
El tercer caso apenas lo estudia la Comisión Estatal de Derechos Humanos y es el del director del CBTA de Jalpilla, quien presuntamente acosa a las alumnas.
