BUENO pues. Esta columna suele ser respetuosa de todas las manifestaciones del ser humano, salvo las políticas, porque la política en México se ha embadurnado de tal cantidad de inmundicia, que ya es insalvable cualquier cara de ese prisma cochambroso que se dedica al poder y a la avaricia. Pero hay límites…
MUCHOS se han puesto a criticar la obra de Pilar Vidales que quedó consagrada en el muro más grande que hay en la Alcaldía de Valles, como si fueran unos especialistas en arte pictórico, artistas plásticos o grabadores y eso no está bien. Solamente un pintor reconocido o un crítico de arte especializado y con publicaciones en medios nacionales e internacionales puede hacer el análisis de lo que fue desvelado el viernes. Basta ya de egoísmo de espíritu…
LOS tonos son los que no suenan bien. La pintura puede ser buena, mala, proporcionada, desproporcionada, estridente, surrealista, abstracta, realista, impresionista, lo que sea…pero cuando la misma autora incluye sus gustos y sus manías dentro de la obra y las presume por encima del tema principal del arte que dejó plasmado sobre un bastidor, entonces la cosa cambia…
ESE tono prepotente de cerrar los baños de la Alcaldía porque ella lo pidió y el tiempo de un año para dejar una pintura desconcertante, fueron los elementos de esta ecuación que molestaron a muchos. El Gobernador, fiel a su caballerosidad, dijo que la obra estaba “padrísima”, pero no dejaba de bromear, durante la descripción…
HAY algo que se llama sentido común y que todos los seres humanos tienen, de ahí el adjetivo de “común”: percepción artística. Una obra de arte llama a la vista porque algo de la naturaleza está reflejado ahí, porque el ser humano, cuando es artista, en el sentido aristotélico de la palabra, pinta sobre lo que ve, lo que siente, lo que ama, lo que odia, lo que le da horror, lo que le atrae al grado del paroxismo. El arte es una imitación de la naturaleza, por eso, al ver bien reflejada a la naturaleza en un cuadro, las líneas atraen, son un imán insoslayable para el interés de todos. Bueno pues…no eran enchiladas…
EL Gobernador del Estado estuvo en una plática privada, antes de entrar a la develación de la placa del mural de Pilar Vidales. La plática era en la misma Alcaldía, poco antes de subir a la primera planta para la develación y era con el expresidente de la Feria de Valles en tiempos de Rómulo Garza (2007-2009), Tomás Olivares. Pero al contrario del tono amable y sosegado que suele tener el mandatario en público, su voz era áspera y exigente…
EL Gobernador le decía en tono severo al constructor y parte del proyecto del parque tipo Tangamanga que ya no quería escuchar más críticas sobre la edificación como las que le habían llegado a su cómoda oficina de Palacio de Gobierno. Ah, porque debe recordar el apreciable lector que esa obra de 30 millones de pesos ubicada en la colonia Juárez es una edificación del Gobierno del Estado, no del Ayuntamiento…
ASÍ que pidió que se tuviera cuidado y que se dejara de hacer mofa o crítica rapaz en contra de esa obra que apenas será inaugurada en próximas semanas, porque no le ha parecido para nada gracioso ese asunto…
DE hecho, en tono enfadado, pero sin caer en enojos, el Gobernador aseguró que el parque se tendría que inundar cuando vengan las lluvias copiosas y fuertes, como la de la tromba de hace unos días y que al Tangamanga de San Luis también le suceden cosas así, que hay que tener paciencia…
