Sábado 18 de Mayo de 2024

Crece sensación de inseguridad en SL

Rubén Pacheco

[Huasteca Hoy]

Los ciudadanos capitalinos de San Luis Potosí de 18 años y más, se sienten más inseguros que hace tres meses, reveló ayer la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Según los datos del instituto, en marzo de 2017, el 74.6 por ciento de la ciudadanía capitalina percibía una ciudad poco segura, sin embargo, tres meses después en junio pasado, la percepción de inseguridad se incrementó a 78.1 por ciento, es decir, un aumento de 3.5 por ciento.

Las cifras de la ciudad se encuentran por encima de la percepción social sobre inseguridad pública de la República Mexicana en junio de 2017, pues a nivel nacional el 74.9 por ciento de los mexicanos considera sentir esa problemática.

A diferencia del alza en la impresión ciudadana, notificó que en el segundo trimestre del presente año, el 28.4 por ciento de las personas consideró la existencia de motivos que generan conflictos o enfrentamientos. En marzo pasado, el porcentaje en este indicador era de 37.2 por ciento.

La estadística de Inegi coincide con el alza delincuencial en el estado y en la capital, potosina, donde prácticamente diariamente se suscita un homicidio doloso, algunos de ellos relacionados con el crimen organizado.

“La sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública se generan por la influencia de diversos factores, como el registro de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población”, explicó el Inegi.

De acuerdo con la ENSU, los residentes perciben la inseguridad principalmente en cajeros automáticos localizados en la vía pública, en el transporte público, en los bancos y en calles por donde habitualmente transitan.

Derivado de lo anterior, la información alertó que las personas modificaron sus hábitos respecto a llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito; permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda; caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas de las ocho de la noche y visitar parientes o amigos.