AQUÍ la cosa es que ya se había hablado del asunto antes, pero de cualquier forma, siguen con el tema, porque políticamente es bien visto estar acorde con la naturaleza.
LA alcaldesa de Aquismón, Yolanda Cepeda Echeverría está por recibir, hoy o mañana, el dictamen que mandó hacer con dos empresas de corte analítico, con el fin de saber qué contaminó, cuánto contaminó y qué daños puede haber en la salud de los seres humanos, por las descargas de químicos que hizo el Ingenio Alianza Popular. Es sólo cuestión de esperar.
ESTO lo hace la munícipe ante la cerrazón y ante la falta de información de la Comisión Nacional del Agua, la cual anunció que le impondría una multa de 15 millones de pesos al Ingenio de marras, pero hasta ahí le dejó, sin decir nada concluyente ni detallado.
LO que causa enojo es que las dependencias federales sólo sirvan para cobrar sueldos y para organizar ruedas de prensa sin ninguna información relevante, mientras que fue patente que una organización poderosa, como Grupo Santos, afectó a personas indefensas que no pudieron usar el agua de su afluente porque estaba en plena polución y algunas de ellas se vieron afectadas en la salud de su piel, sin que nadie les indemnizara por eso.
ES la historia de siempre: alguien que tiene mucho poder puede hacer lo que quiera con el entorno natural, afectando el equilibrio ecológico, mientras que las autoridades se hacen las sordas y la gente menos favorecida en el tejido social, es la que sufre las consecuencias.
LOS quince millones de pesos de multa probablemente no curen las dolencias o los efectos secundarios que vayan a sufrir las personas de El Jabalí, tampoco van a devolver a su estado natural al entorno acuático, que es fundamental para la vida de ese sector de la Huasteca.
DE hecho, algunos naturalistas han argumentado que cuatro especies endémicas de ese río en particular han desaparecido sin dejar rastros, y aunque oficialmente no han sido declaradas extintas, no se ha podido tener registro de ninguna de ellas. ¿Eso quién lo va a pagar?
ES lógico que se les tengan algunas consideraciones a los industriales, ya que al final de cuentas son los que aportan el recurso para que las zonas geográficas puedan contar con liquidez, pero una cosa es tenerlos de consentidos por la política y la sociedad misma, y otra es pasarles este tipo de actitudes ecocidas que afectan a todos.
Y lo peor, como ya se dijo, es que muchas de las personas que estarían encargados de la seguridad ecológica y de la salud de los afluentes, se vuelven cómplices. Es más, paleros de la industria y sus mejores aliados cuando cometen los desaguisados.
PERO la cosa no parará ahí, porque aunque haya multa y todo, Yolanda Cepeda dijo que ella exigirá que haya sanciones más severas y cambios en el protocolo de limpieza interna de los ingenios, con base en el estudio mandado hacer, porque esa actividad industrial le está arruinando su proyecto de hacer que Aquismón se vuelva el bastión turístico de la Huasteca.
ESTA vez, el Ingenio se topó con pared, porque la Alcaldesa tiene intenciones reales de crear una cultura conservacionista y los azucareros, por más que aporten a la zona, no podrán hacer más estas actividades, aunque la Conagua o la Segam (conducida por la esposa de Manuel Barrera Guillén, el diputado terco) sean las comparsas de los que tienen el dinero y las maneras para salvarse de los ecocidios que provocan.
NO son sólo pescaditos muertos, sino política que puede enfurecerse.
