Viernes 17 de Mayo de 2024

El peluquero de los vallenses

Verónica Galván

[Huasteca Hoy]

Pablo Santiago Martínez Hernández lleva 52 años siendo peluquero, oficio que le ha dejando grandes satisfacciones, porque mediante su trabajo logró que todos sus hijos tuvieran una profesión, lo cual para él es un orgullo, además le gusta lo que hace.

Originario del municipio de Huehuetlán, se inició como aprendiz por gusto propio a la edad de 18 años, su padre “peluqueaba” a la gente del pueblo todos los fines de semana, donde aprendió a cortar el pelo, el bigote y la barba.

Pablo empezó como ayudante siguiendo su vocación, pero le fue difícil conseguir clientes por su edad, pero cuando llegó a Ciudad Valles, fue empleado de Sixto Guerra Sandoval, uno de los mejores peluqueros de antaño en la ciudad.

Ahí estuvo por varios años, luego se independizó y puso su propia peluquería en la zona centro, sobre la calle Porfirio Díaz, también estuvo en la Negrete y luego en la 5 de Mayo.

Le ha cortado el pelo a muchos personajes políticos, generales, capitanes y hasta a sacerdotes, el propio obispo Roberto Octavio Balmori Cinta es su cliente, también el padre Humberto Juárez Villeda y ex alcaldes como Alfredo González Lárraga y otros funcionarios.

“Para ser peluquero te tiene que gustar, se tiene que tener vocación, porque darle gusto al cliente es difícil y actualmente hay gente muy delicada”, dijo.

En Ciudad Valles formó su familia, tuvo seis hijos, todos son profesionistas: un maestro, un ingeniero, dos contadores públicos, una abogada y un arquitecto, todos trabajan bien, ahora tiene trece nietos, y aunque actualmente nadie a seguido sus pasos, dijo que a sus familiares siempre les ha dicho que tienen que hacer algo que les guste, para que lo hagan bien y contentos.

Su peluquería se ubica en el Barrio Las Lomas, casi esquina con Reforma, donde además tiene su domicilio.

Pablo piensa en que un día se va a retirar de este oficio, pero esto será cuando ya sus manos estén cansadas, porque hasta el momento, se siente sano y fuerte para continuar cortando el pelo por muchos años más.