Miércoles 15 de Enero de 2025

Bitácora

ME gusta pensar en un león que se despertó de repente de una vida de vejaciones, abusos, exhibiciones, mansedumbre y pobreza. Me gusta pensar en un león y en un circo de carpas pesadas de tanta cochambre y parches añosos. Así me gusta imaginar al estado de San Luis Potosí, al Congreso local y a los ciudadanos que, benditos sean, están dictando lo que quieren a grito pelón y a insulto bocajarro…

EL navismo por supuesto que es un antecedente de la manumisión contra el poder, contra ese único Golem hecho de todos y repudiado por casi todos que se llama PRI. El navismo se enfocó a ser un movimiento social que puso en su lugar al monstruo, durante un tiempo.

PERO el PRI, el malo de esa película del ínclito docto Nava, siempre encontró vericuetos para seguir con su cuota de poder suficiente para sobrevivir, gobernar y vivir de todos…

AHORA no…

EL video que mostró Pulso hace dos semanas y media donde Enrique Flores explica a Crispín Ordaz Trujillo cómo robar y hacer que no se note con la ayuda de la Auditoría fue el acabose. Fue la culminación de años y años de mansedumbre y de mohínas privadas en cafés, en sobremesas, en fiestas, en reuniones. Todos contuvieron a su león, en la jaula de la indecisión y de la desidia. Pero ya no…

EL primer zarpazo del gato que desconfiaba de su poder se dio en Valles, el 22 de junio, cuando ni un solo diputado daba crédito al mentadero de madres que le caía como cascada en la cabeza. Ciudadanos que no se habían puesto de acuerdo, provocaron una marabunta gritona que expulsó a los legisladores del teatro Manuel José Othón, en el Campus Huasteca de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, por primera vez en la historia de la entidad…

ESE día el reclamo era por la pocamadrez de los diputados de querer sesionar en Valles, después de haber afrentado (unos directamente arreglando las transas para que los alcaldes roben a gusto y se les blanqueen las cuentas por un billete y otros por omisión) a la ciudadanía con su descaro, con su cinismo, con su soberbia sacada de la chistera de la desvergüenza…

HAY algo que los ciudadanos no calcularon el 22 de junio: los diputados estaban tan acostumbrados a ser unos perfectos trúhanes que, cuando se les reclamó, incluso se sintieron ofendidos, como el inefable vividor Óscar Vera Fábregat…

EL león volvió a rugirle al circo cochambroso otra vez, ayer, en la sede del circo. El león enfurecido ya no hizo correr a la administración de la carpa parchada, sino que le impuso sus condiciones, le enseñó los descomunales caninos, le mostró el poderío muscular y los cirqueros tuvieron que firmar las peticiones de ese león que apuntan a que se vuelvan a revisar las cuentas de los 58 municipios potosinos (algunas ratas que no habían sido fumigadas se agazaparon de miedo) y que es una realidad que se dirimirá el tema del desafuero para todos…sí, para todos…

DE hecho, en una semana, el poderoso felino ha madurado. Ya no quiere correr a los chacales y las hienas del circo. Quiere que las bestias que se solazaron tragándose más de lo que se les daba, que paguen con juicios justos; desea que esas hienas de hocico chato y esos licaones desvergonzados limpien la cochambre de la carpa, que la reivindiquen de tanta caca embarrada por años y años de corrupción…

EL león no duerme. La emoción lo tiene embargado, porque se pudo salir de la jaula. El león ha despertado… Miguel Barragán