Domingo 19 de Mayo de 2024

Los derrota el pueblo que está “hasta la madre”

Miguel Barragán

[Huasteca Hoy]

Por primera vez en la historia del Congreso potosino, los ciudadanos se metieron entre curules, interrumpieron la sesión solemne desde un principio e insultaron por “corruptos” y “ratas” a los congresistas de esta entidad, en un acto que no se realizó y que obligó a los diputados a irse, luego de los gritos vehementes de una centena de vallenses y habitantes de la capital que simplemente no dejaron hablar ni defenderse a ningún congresista.

Nunca comenzó la sesión que estaba pactada a realizarse en el teatro Manuel José Othón (MAJO) del Campus Huasteca de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

El primero que apareció con una cartulina fluorescente fue Jesús Sierra Acuña, quien dijo que él no quería en Valles a los diputados, que “él no hablaba el mismo idioma de ellos”, refiriéndose a la corrupción que se evidenció con el video en el que el diputado Enrique Flores Flores (que no fue a la sesión) explica al alcalde Crispín Ordaz Trujillo cómo “blanquear” cuentas públicas con inconsistencias.

A él, se le fueron sumando otros, como Jorge Delgado López, del Frente de la Defensa de la Vivienda Popular; el huapanguero Erasmo Linares Nájera; el profesor jubilado, Luis Bárcenas Torres y otros que, en un avance lento y vehemente, mientras insultaban a los diputados, ocuparon los espacios de las curules.

Los policías estatales vestidos de civiles se quedaron en una pieza, por órdenes de sus superiores y cuando la diputada panista por Valles, Xitlálic Sánchez Servín quiso dar la alocución de bienvenida, ya los gritos habían ahogado su discurso.

Personal del Congreso quiso contener a los manifestantes, a los que se habían sumado personas de Aquismón que quieren que les ayuden contra la contaminación del río Gallinas, maestros jubilados que quieren de vuelta el recurso de Foncasol y otros más que simplemente están “hasta la madre” y que no dejaban de exigir —a grito en cuello y con voces desgañitadas— que se largaran lo legisladores.

Los diputados, al alcance de las manos y de los cuerpos de los inconformes comenzaron a demudar sus rostros y tímidamente se levantaron de sus asientos para salir, antes de que eso se descontrolara todavía más.

Ya estaba tomada la tribuna por puros vallenses y Luis Bárcenas Torres se había quedado sin voz, cuando Jesús Sierra decía que en Valles no se les quería y que ya se habían cansado de estar soportando tanta corrupción y que se largaran, que aquí en Valles ya no había más “pendejos” de los cuales burlarse.

Tomada la tribuna, la diputada Xitlálic fue interrumpida y su vocecita se apagó ante los gritos de los manifestantes que llegaron a rodear el estrado donde ella hablaba y la comenzaron a imprecar a 40 centímetros de su rostro, que sólo miraba para abajo, con frustración.

Héctor Mendizábal Pérez pidió que les dejaran sesionar y que en los puntos de acuerdo expusieran todas las inconformidades, pero Erasmo Linares le gritó: “¿Qué no entiendes que no van a sesionar, que no los vamos a dejar?”.

Veinticinco minutos después de comenzada la sesión, entraron en receso para deliberar qué era lo que había de hacer y cinco minutos más pasaron para decidirse por la suspensión definitiva.

La marabunta ya había hecho que se fueran poco a poco los legisladores y, bajando los escalones del Manuel José Othón, a grito pelón, el Frente Común de Comerciantes (FCC) gritaba consignas contra PANAVI y contra el alcalde de San Luis Potosí. Ricardo Gallardo a quien no sólo acusaron de corrupción sino de tener bañada de sangre a la capital estatal, además de la compra de congresistas.

Después de un rato, José Luis Menchaca y Arturo Pérez, dirigentes del FCC se sentaron en la mesa del presidente del Congreso, junto al diputado Tekmol, José Luis Romero Calzada y ante los vítores de “José Luis (Menchaca) para presidente”, hablaron sobre la vergüenza de Congreso del Estado y lo nombraron como el peor de la historia.

El Tekmol dijo que apoyaba a los ciudadanos, porque “ellos mandaban” y mantenía su sonrisa burlona. De acuerdo con los manifestantes de Ciudad Valles, lo que motivó ese movimiento, fue el video en el que se expone a Enrique Flores Flores, explicándole al alcalde de Ébano, Crispín Ordaz Trujillo, cómo blanquear cuentas públicas con inconsistencias y con transas.

A Enrique Flores no le gritaron ningún insulto porque ni se presentó a la sesión.