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Ciudad de México.- El cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México, fue denunciado de manera formal ante la Procuraduría General de México (fiscalía) por presunto encubrimiento de al menos 15 sacerdotes pederastas.
La denuncia fue presentada, entre otros, por los ex sacerdotes Alberto Athié y José Barba, que se convirtieron en activistas contra la pederastia clerical después de librar una larga batalla con el Vaticano por el caso de abusos cometidos por el fundador de la orden de la Legión de Cristo, Marcial Maciel (1920-2008).
Athié, Barba y otros denunciantes se basaron en unas declaraciones hechas el año pasado por Rivera, que cumplirá 75 años el martes, para acusarlo de encubrimiento.
Rivera dijo en diciembre que nunca protegió a pederastas y, en su defensa, indicó que la arquidiócesis manda toda la documentación a Roma y que 15 sacerdotes habían sido sancionados.
“El Santo Padre es quien ha tomado todas las decisiones en esos casos tan dolorosos, porque sí han sucedido aquí en México”, afirmó entonces.
Los demandantes señalaron que Rivera tenía la obligación de informar a las autoridades mexicanas de la comisión de delitos, de acuerdo con la ley de asociaciones religiosas, pero no lo hizo.
“Él dice que abrió un expediente de investigación, que Roma encontró elementos y que el Papa sentenció”, afirmó Athié. Sin embargo, “no hizo en paralelo ninguna acción para notificar a las autoridades mexicanas”.
“El delito de encubrimiento complicitario de la pederastia es un delito grave. Estamos llevando a equiparar el delito de encubrimiento con el delito de abuso”, agregó Athié, que abandonó el sacerdocio en 2003 por la falta de respuestas del Vaticano en el caso Maciel.
El fundador de la Legión de Cristo fue acusado de abusos sexuales por más de 30 sacerdotes, ex seminaristas y estudiantes desde la década de 1950. Después de su muerte, se supo también que tenía una mujer y una hija en España y al parecer también otra familia en México.
