Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pretendía mandar a una anciana de 84 años de edad, que no camina bien, no ve bien y no se vale por ella misma, sola a una consulta al cardiólogo a Monterrey, Nuevo León, sus hijos piden más humanidad en el trato con los pacientes.
Vicente Pérez Vázquez dijo que su mamá tiene problemas cardiacos y que tenía una cita con el cardiólogo de la clínica 34 del IMSS en la ciudad de Monterrey y que ayer acudió desde la mañana al Instituto en Valles para que le extendieran los viáticos para que viajara la mujer, adulta mayor y su hijo, pero había una sorpresa en la papelería, porque sólo estaba pagado un boleto a la Sultana del Norte.
A Vicente le dijeron categóricamente que no había dinero y que la mujer tendría que viajar sola, llegar a la central, conseguir taxi y arribar a la clínica 34 para llegar a tiempo a la consulta a las 10 de la mañana.
Lo que no calcularon en el IMSS, es que la paciente no sólo es octogenaria, sino que no tiene buena vista, no puede caminar ni bajar escalones, no se puede vestir sola y “ella ni siquiera sabe andar solita en Valles, ¿imagínese en Monterrey?”, se preguntó indignado su hijo.
Cuando él se enteró que no había boleto para acompañante, como se estila en el mecanismo de consulta en otra ciudad, entonces pidió hablar con un directivo y desde las nueve de la mañana, hasta las dos de la tarde solamente le reviraban lo mismo las secretarias de los jefes médicos: No hay dinero.
“Yo voy a conseguir el dinero, a ver cómo le hago, pero voy a llevar a mi mamá a su consulta, pero eso no se vale, hay que ser más humanos”.
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