Jueves 07 de Noviembre de 2024

Medallas de Río 2016 se están deteriorando

[AP]

SUIZA. Más de 100 atletas de todas partes del mundo aseguran que las medallas que ganaron en los Juegos Olímpicos de Río se han deteriorado. El COI y los organizadores de las justas planean reemplazarlas con nuevas preseas.
Entre los deportistas con medallas defectuosas se encuentra Kyle Snyder, quien se convirtió en el luchador estadounidense más joven de la historia en subir a lo más alto del podio.
Figuran también en el grupo Helen Maroulis, otra estadounidense que se proclamó campeona olímpica en lucha. Kerri Walsh Jennings, estrella estadounidense del vóleibol de playa, dijo que su medalla de bronce se ha oxidado y se están rompiendo.
Scott Leightman, vocero de la federación estadounidense de natación, dijo que varios deportistas han dado cuenta de deterioro en sus medallas.
Craig Miller, portavoz de la federación de basquetbol, comentó que siete integrantes de sus selecciones olímpicas _tres hombres y cuatro mujeres_ reportaron problemas con sus preseas. No se revelaron los nombres de esos deportistas.
El portavoz de Río 2016, Mario Andrada, dijo que las autoridades han confirmado problemas que cubren entre el 6 y 7% de las medallas.
“El problema más común es que se han caído o maltratado, el barniz se ha desprendido y se han oxidado o ennegrecido en el lugar donde se golpearon”, indicó Andrada.
Snyder, quien compite por la universidad Ohio State, tenía 20 años cuando consiguió su presea. Notó que había un problema con la misma un día después de ganarla.
Asistió a una fiesta en una casa donde la delegación estadounidense realizó diversas actividades en Río. Relató que durante el festejo, muchas personas tocaron la medalla.
Más tarde, Snyder descubrió un arañazo en el reverso de la presea, pero consideró que el daño no era mayor.
El luchador explicó que tiene hasta el final de esta semana para devolver la medalla, y no tiene idea de cuándo recibirá la de repuesto.
“No fue un problema tan grande”, recalcó. “Pero si me pueden dar una nueva está bien”.
Río de Janeiro erogó unos 12.000 millones de dólares para organizar los Juegos, afectados por recortes de costos, baja asistencia de espectadores y reportes de sobornos y corrupción que se vincularon con la construcción de algunas instalaciones olímpicas.