Viernes 06 de Diciembre de 2024

La lucha por el espacio en la cajuela

Thomas Geiger (dpa)
[Huasteca Hoy]

A menudo la parte trasera del auto es determinante para saber si un coche es práctico y adecuado para una familia. Para muchos clientes, el maletero es más importante que el confort o la conducción del vehículo. Y en ese caso, el volumen del baúl es un factor fundamental, pero no decisivo.
Las herramientas de trabajo de los diseñadores son la computadora e instrumentos de medición altamente precisos. Sin embargo, en cualquier proyecto hay una fase en la que los ingenieros de todas las marcas utilizan bloques para medir la capacidad de la cajuela.
El volumen del baúl no es simplemente un cálculo, sino que se determina mediante un proceso manual, explica el portavoz de Opel, Michael Blumenstein.
Para medir la capacidad en litros se utilizan bloques de un tamaño estándar de 5 X 10 X 20 centímetros, que se van apilando en el maletero. Siempre quedan algunos huecos vacíos en los que seguramente cabe una chaqueta o una bolsa, señala Blumenstein. Pero este procedimiento tiene en cuenta que las maletas o las cajas no son completamente flexibles y tienen esquinas o bordes.
No en todos los casos los ingenieros utilizan bloques estandarizados, apunta Christian Buhlmann de VW en Wolfsburgo. En Estados Unidos, por ejemplo, el volumen se calcula con unidades predeterminadas y por lo tanto no es comparable con los valores europeos.
Dependiendo del modelo y del diseño interior del auto, los valores que se establecen en Estados Unidos bajo la llamada norma SAE (Society of Automotive Engineers/Sociedad de Ingenieros de Automoción) están en un 20 a 30 por ciento por encima de la norma europea ISO (International Organization for Standardization/Organización de Estándares Internacionales).
Pero da igual si es SAE o ISO, si los fabricantes son europeos, norteamericanos o asiáticos, en todas partes, las empresas automotrices luchan por obtener más espacio para la familia, los acompañantes o las maletas.
Muchos vehículos se construyen con compartimentos de carga con doble fondo y se aprovechan los espacios vacíos entre la rueda de repuesto y el kit de herramientas. Además, se incluyen compartimentos en la zona de los pies, delante de los asientos, o se diseñan asientos traseros variables.
“La flexibilidad es la clave en los coches familiares”, asegura el técnico alemán Hans-Georg Marmit, de la revista especializada KÜS. “Cuanto más se pueda adaptar el interior del auto a las necesidades, menor será el compromiso que haya que hacer de lo cotidiano”.
Para transportar de vez en cuando un par de listones largos no es necesario tener una camioneta de cinco metros si se tiene la posibilidad de aumentar el espacio de carga simplemente plegando el asiento del pasajero delantero.
Tampoco es necesario conducir una furgoneta con techo alto solo porque de vez en cuando se necesita transportar una planta si el coche tiene butacas funcionales como en el caso del Honda Jazz o del Smart Forfour.
Al comparar un coche familiar con otro, Marmit aconseja no confiar solamente en los datos de volumen del maletero.
“El dato del volumen por sí solo no explicita si la superficie de carga es plana y continua, o si tiene algún gancho o perno que sobresale y que puede dificultar el transporte de una carga”, advierte.
Por otra parte, el experto insiste en que los compartimentos dentro de la cabina son tan importantes como el maletero. “De qué sirve guardar un montón de cosas en la parte de atrás si adelante no sabemos dónde poner el estuche de los lentes o las llaves de la casa”, sostiene Marmit.