Viernes 26 de Abril de 2024

Bitácora

“SÍ y no”, contestó Marco Antonio Guillén Rivera a la pregunta sobre si había o no huelga sin resolver en la DAPAS, “sí”, porque el IMSS no paga las incapacidades de los sindicalizados que regresaron a laborar y la DAPAS las tiene que costear y “no”, porque según esto, el IMSS le sigue cobrando las […]

“SÍ y no”, contestó Marco Antonio Guillén Rivera a la pregunta sobre si había o no huelga sin resolver en la DAPAS, “sí”, porque el IMSS no paga las incapacidades de los sindicalizados que regresaron a laborar y la DAPAS las tiene que costear y “no”, porque según esto, el IMSS le sigue cobrando las aportaciones de esos mismos empleados…

 

ESTO lo dijo muy airado porque resulta que ayer le fueron a notificar un embargo de más de siete millones de pesos los trabajadores de cobranza del Seguro Social, ya que ese dinero se debe del 2015 o sea que en la administración de Jorge Terán se les descontó lo del IMSS a los empleados, pero no se les mandó…

 

LA notificación no fue recibida por la dirección, que pareciera quererse desentender de esa obligación, como si ésta no fuera institucional. Pero en realidad, sí hay huelga, y la prueba fehaciente es que, en efecto, el IMSS no está cobrando aportaciones de los 90 que siguen en el movimiento desde hace dos años y tres meses, pero sí cobra las de los sindicalizados que supuestamente desconocieron al Sindicato de Alejandro Ballesteros Corona, mediante una asamblea del día de los Niños Héroes del 2019 y que es punto de controversia central entre los que están en huelga y la DAPAS que no quiere reconocerla…

 

ES un laberinto casi inexplicable si se ve desde el punto de vista actual, pero este conflicto le va a estallar en la mano al director y aspirante del PAN a la alcaldía que ha confiado en asesorías legales que no han expuesto toda la verdad y que están empecinados en declarar que el paro legal no existe, cuando sigue vigente…

 

LA DAPAS se ha convertido en un verdadero purgatorio político solamente por el hecho de deshacerse de Ballesteros que, en efecto, puede ser un líder deleznable, pero al que se le pudo haber sentado a negociar si el 10 de noviembre le hubieran contestado el pliego petitorio de huelga, en lugar de estar fingiendo que ni Ballesteros ni su directiva no existían…

 

COMO si cerrando los ojos, se hubiera conseguido la desaparición del huelguista. A la larga, las aspiraciones de Guillén y del mismo Adrián Esper podrían verse afectadas de manera definitiva.

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