Viernes 26 de Abril de 2024

Adiós a Topo Chico, un penal incontrolable

A punto de cumplir 76 años, se cierra la prisión que deja en su historia sangrientos hechos

El Universal

Monterrey, NL.- A unos días de cumplir 76 años de su inauguración, el histórico penal de Topo Chico será cerrado de manera definitiva dejando atrás decenas de hechos sangrientos y sin precedente que ocurrieron en su interior como motines, fugas, sobrepoblación y cruentos enfrentamientos.

De acuerdo con el gobierno de Nuevo León, la prisión inaugurada el 3 de octubre de 1943 será demolida y en su lugar se construirá un parque recreativo, un teatro y el Archivo General del Estado.

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, informó hace unos días que el proceso de cierre deberá concluir entre el 30 de septiembre y la primera semana de octubre; previamente se ha ido reubicando a los más de 2 mil internos en los penales de Apodaca y Cadereyta, así como en los de otros estados y en prisiones federales.

Por su parte, familiares de los presos han expresado que con el cambio de penal invertirán más tiempo y dinero para visitar a sus parientes en Cadereyta o Apodaca, o peor, si es en otro estado del país, además de que les preocupa el trato que les darán a los internos, pues, aseguran, “no quieren a los del Topo Chico”.

Y es que los Ceresos de Apodaca y Cadereyta también tienen sus antecedentes negros. Por citar algunos casos, en el penal de Apodaca, el 20 de mayo de 2011 un incendio provocado por reclusos en un área de un grupo rival causó la muerte de 14 presos; al menos cinco habrían sido asesinados a golpes antes de ser calcinados, y el 19 de febrero de 2012, 44 miembros del Cártel del Golfo fueron masacrados por integrantes de Los Zetas, mientras otros 37 integrantes de dicho grupo se fugaban.

En tanto, en la prisión de Cadereyta se registraron dos motines en 2017: uno en marzo, que dejó dos muertos y al menos 10 heridos, y otro, el 10 de octubre con 13 muertos y ocho lesionados.

Además, otro problema al que se enfrenta el sistema carcelario del estado de Nuevo León es el déficit de custodios.

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