Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El regidor encargado de las negociaciones para destrabar la huelga de la DAPAS, Marco Antonio Conde Pérez salió de la oficina del directivo de esta paraestatal, Marco Antonio Guillén Rivera, con dos propuestas puestas sobre la mesa: que los huelguistas aceptan regresar a trabajar solamente con el pago del aguinaldo 2018 y que los mismos sindicalizados colaborarán con el organismo para aumentar la productividad (lo que la DAPAS no cobra) y con ese dinero que se les paguen sus salarios caídos, de acuerdo a la negociación a la que se llegue.
En la reunión, que es la primera de dos, puesto que en la segunda está proyectado que participe el Consejo Consultivo estuvieron además la regidora del Agua Potable, Socorro Calderón Juárez y el asesor legal de Marco Antonio Guillén, Edgar Enrique Sánchez González no participó, puesto que andaba haciendo diligencias fuera de las oficinas de Mariano Arista, en la colonia Vergel.
La sesión está abierta y no se ha decidido nada todavía, pero el regidor calcula que un lapso de días podría terminarse la huelga, siempre y cuando los términos sean aceptados por la directiva de DAPAS y el presidente de la Junta de Gobierno, el alcalde Adrián Esper Cárdenas y, por supuesto Alejandro Ballesteros.
Por aumentar la productividad de la DAPAS se debe entender que lo que pretende el organismo es cobrar a muchos usuarios (casi siempre empresariales), que no estarían pagando el agua, porque la productividad del organismo, en tiempos de Rómulo Garza Martínez (2007-2009) era del 70 por ciento, es decir, se cobraban 70 pesos de 100 posibles por cobrar; mientras que ahora se está cobrando solamente el 48 por ciento, es decir, menos de la mitad de lo que debería recaudar la DAPAS y que se va en gente que no paga porque era “amiga” de otras administraciones o personas que tienen tomas clandestinas, por tomas irregulares, por concepto de subsidio a instituciones o por no cobrar las cuentas al Ayuntamiento.
