SI mañana a las dos de la tarde no se ha clorado el agua que la DAPAS capta del río para enviarla a las casas y negocios de 50 mil usuarios, entonces la crisis se convertirá en un asunto doméstico y la DAPAS, así como el Ayuntamiento comenzarán a emitir recomendaciones para que los vallenses cloren el agua que les llega para las diferentes actividades que realizan en casa…
POR más recomendaciones que se hagan, muchos ciudadanos por desidia o por ignorancia (hay miles que siguen sin ver el Facebook o escuchar el radio), no sabrán que hay una contingencia y esto se convertirá en una crisis de salud pública, que agravaría la situación total de la DAPAS a niveles insospechados y todo porque la Junta de Conciliación y Arbitraje o un juzgado federal no han podido, por intermediación de la autoridad municipal, obligar a que se meta el camión con sustancias de cloración al edificio…
YA se ha hecho dos veces este ingreso, pero hasta ahora y después de 200 días de huelga, los sindicalizados decidieron ponerse violentos contra el emisario de la DAPAS que, a la postre, fue la peor opción, porque es un personaje señalado por corrupción en otros años que concita desconfianza y repulsión a los sindicalizados y no sindicalizados. Pero bueno…
EL caso es que se tiene que clorar el agua y no se han encontrado mecanismos para hacerlo porque simplemente no se tienen las herramientas jurídicas a la mano para una cosa que debería ser de trámite, puesto que en siete meses, no se había tenido problema con el ingreso de lo necesario a la paramunicipal. ¿Qué no se entiende el mensaje del Sindicato de que está desesperado de ser ignorado? Para darle su justa dimensión a las cosas también…
SI el Gobierno y la DAPAS permiten que no se ejecute la acción de cloración, la crisis puede causar enfermos o hasta personas vulnerables en estado grave dentro del hospital (si le toca el IMSS, peor, porque ni aire acondicionado tiene) y no se puede dejar que pasen estas cosas, sino que se tiene que dar una solución al saneamiento del agua. Después que se rasguen las vestiduras o que se den hasta con la cubeta, pero tanto el Sindicato como la DAPAS deben consensuar el saneamiento del precioso recurso de todos que todos los ciudadanos pagan (bueno, casi todos)…
HUBO una reunión entre regidores y el director de la DAPAS en el que los regidores le ofrecieron su apoyo al directivo Marco Antonio Guillén, pues bien, no se trata de buscar medidas de reparación a los daños, se trata de que el daño no se cause y de que, no con violencia ni tampoco con las fuerza ni mucho menos con la injuria, se acuerde tener el agua saneada, porque no es cosa menor, es todo, es la vida, es lo que beben los ciudadanos y lo que usan para lavar, para cocinar, para el baño, para todo…
A ver de qué están hechos en ambos lados y a ver si dejan, como siempre, a la ciudadanía sola.
