El presupuesto de ingresos para el Municipio de Valles, que ahora es llamado Ley de Ingresos 2019 quedó tal como había sido aprobado el año pasado, en 630 millones de pesos, cuando se había solicitado al Gobierno del estado la cantidad de 724 millones de pesos, o sea, 100 millones de pesos más que el Congreso no aceptó incrementar.
Este revés político tiene muchas lecturas, pero una de ellas es que los aliados del partido MORENA del presidente en el Congreso local, como Edson de Jesús Quintanar, el legislador del Distrito de Valles miró, junto con otros, de soslayo la requisa de incremento, dando a entender que en política hay buenas amistades nada más para la fotografía.
Otra de las cosas que pudieron haber influenciado la decisión de varios legisladores de varios de los partidos es que al Gobernador Juan Manuel Carreras López parecen no molestarle muchas cosas, pero el trato verbal que se le dio en campaña y en un evento aquí en Ciudad Valles, como que se le quedó en la memoria y, aunque esto no fuera cierto, de cualquier manera, relación amistosa parece que no tiene con el alcalde Esper Cárdenas.
Esta negativa obligaría al alcalde a buscar nuevas rutas de obtención de recursos extraordinarios, porque aunque 630 millones suene a mucho dinero, para las necesidades de un municipio como Valles, pues apenas alcanza, ya que los gastos son muchos, las anomalías otro tanto y las exigencias de los ciudadanos otros más y, por eso, ha mantenido acercamientos con personas de MORENA, como Ricardo del Sol Estrada, quien a todos sonríe, pero quien está en campaña desde el inicio de la sexagésima cuarta legislatura y, por ende, no es amigo de nadie; además de que al parecer está confiando en un elemento del Partido del Trabajo (PT) que ahora se dice morenista, el regidor Marco Antonio Conde Pérez, quien inició con un sesgo muy crítico contra Adrián Esper y quien ahora se erige como su máximo aliado en el Cabildo, (de hecho ya nadie se acuerda de Lupillo, más que los coheteros a los que representa).
De cualquier manera, el monto extraordinario era parte de la palabra empeñada para hacer nuevas obras y nuevos proyectos, pero con el recurso parecido al que recibió Jorge Terán Juárez, tendrá que hacer ajustes más severos en la nómina y gastos, si quiere sacar adelante el año.
El Ingenio Plan de Ayala volvió a tener problemas técnicos, justo después de que había tenido un paro técnico, debido a que la lluvia dejó “sin piso” a las unidades de transporte de caña, que es la forma en la que llaman los productores de la gramínea al lodazal que se forma en los caminos que hay entre los cañaverales y que hacen que los camiones se queden en el tremedal.
Esta nueva anomalía se debió a una explosión en la junta de expansión de vapor a la entrada del tubo generador, que es prácticamente la fuente de calor extremo que se usa para extraer el azúcar de las plantas ya molidas, cosa que retrasa y hace perder dinero a todos, dentro de la cadena productiva.
No es por intrigar, pero al final de la zafra pasada, en la que se perdió casi un mes de molimiento a causa de problemas técnicos en la factoría, se prometió que habría un mantenimiento a consciencia de la maquinaria y de las instalaciones del Ingenio, pero al parecer las inversiones hechas por Grupo Santos no fueron las suficientes y de nueva cuenta se afecta a todos, porque un día sin moler es un día de atraso en la producción del dinero.
