Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Dicen que el tiempo se lleva todo, pero a pesar de ello, en una vieja foto que se encuentra en la Secundaria 2, siguen apareciendo los mismos personajes que han trascendido en Valles durante más de tres décadas.
La fotografía no tiene nada que ver con el contexto de Valles y mucho menos con el contexto del Valles de 1982, que es cuando está ubicada la imagen que tiene una pequeña leyenda en su parte inferior.
Hay un enorme cohete espacial recostado en un enorme campo verde y un grupo de personas, la mayoría jóvenes, posan a un lejano lente de un fotógrafo, que en este caso es el muralista y, hasta el momento el máximo artista plástico de Valles, Fernando Domínguez, pero eso no es todo, en la fotografía, un larguirucho y joven Jorge Terán Juárez mira hacia la cámara, cuando en aquellos tiempos era delegado de Turismo del Estado.
En la fotografía, otra gloria del arte, pero folclórico está en la imagen: es el profesor de biología y el más viajero de todos los maestros de danza de la Huasteca, Roberto Mar Acosta, quien era el primer responsable de ese daguerrotipo, porque gracias a que ensayó como nunca un bailable, pudo llevar a sus alumnos a un viaje de premio a Houston, Texas, en el sur de Estados Unidos.
Ya estando en la capital de los petroleros texanos, era imposible darse una vuelta al Centro Espacial, que es el comando de órdenes para todos los astronautas que han salido de la tierra. En la fotografía está Martín Redondo Villegas, un viejo priista y primer director de la Secundaria 2, que también gozó del viaje.
Esta fotografía siempre llama la atención de los visitantes a la dirección de la Secundaria dos, porque las enormes bocas del motor del cohete que expulsan fuego a miles de grados centígrados, incluso no dejan distinguir a primera vista a los ocupantes de esa imagen.
