Efe
ROMA, Italia (EFE).- El resultado de la ida de cuartos de final en el Giuseppe Meazza (1-0) ante el Milan obliga al Nápoles a buscar la épica en su casa, un Diego Armando Maradona que estará lleno para ayudar a los suyos a seguir haciendo historia en una temporada de ensueño, en la que los ‘rossoneri’ se presentan como su rival más complicado, el único que ha conseguido reducirlo en dos ocasiones.
Este martes dos equipos italianos pugnarán por un billete a semifinales histórico. El Milan por volver a competir entre los más grandes 16 años después y el Nápoles por llegar por vez primera a esta ronda y alargar la grandísima temporada que está haciendo.
Un partido que se presenta abierto, con un solo gol de diferencia, pero con ciertas complicaciones para los napolitanos. Y es que la expulsión del camerunés Zambo Anguissa y la amarilla que vio el surcoreano Kim Min-Jae dejan tocado tanto el centro del campo como la defensa.
El macedonio Elif Elmas o el francés Tanguy Ndombele son las alternativas del técnico italiano Luciano Spalletti para suplir a Anguissa en la medular, mientras que será el brasileño Juan Jesus quien forme en el centro de la zaga con el kosovar Amir Rrahmani
Sin embargo, la buena noticia para Spalletti es que recupera al nigeriano Victor Osimhen, uno de sus hombres más importantes, si no el que más. El ariete no pudo disputar la ida por una lesión que le mantuvo apartado de los terrenos de juego desde finales de marzo y que fue un duro varapalo para los partenopeos en el partido de ida, que perdieron la energía y el olfato goleador de su delantero.
Osimhen y el georgiano Khvicha Kvaratskhelia se presentan como los mayores argumentos del Nápoles para darle la vuelta al resultado adverso de la ida.
El resto del equipo estará disponible para el partido más importante de la temporada del conjunto sureño, en busca de unas semifinales de Liga de Campeones por primera vez en su historia. Un once de gala que descansó en gran medida en la jornada liguera de una Serie A que tiene prácticamente sentenciada, pero en la que cosechó un empate sin goles ante el Hellas Verona que lucha por el descenso.
Son tres partidos sin ganar de los últimos cuatro disputados, pero ahora el único que importa en Nápoles es el de este martes. Lo preocupante del dato es que dos de esos partidos fueron contra un Milan que le ha tomado el pulso a los líderes en Italia, y que llegan con la moral por las nubes tras el 0-4 en liga y el 1-0 en ‘Champions’.
Dos victorias que de poco servirán al combinado del técnico italiano Stefano Pioli si no certifica su billete a semifinales. El conjunto ‘rossonero’ tiene en Liga de Campeones la oportunidad perfecta de reconducir una temporada muy irregular en la Serie A, en la que marcha cuarto, peleando por asentarse en el top-4, y en la que, como el Nápoles, con un once plagado de suplentes, empató en la última jornada, ante el Bolonia.
Pero este Milan ha demostrado no necesitar sentirse bien en el campeonato doméstico para rendir con creces en la máxima competición continental de clubes. El resultado a favor de la eliminatoria le permitirá encarar el partido sin el ansia de estar obligado a marcar, como ya hizo con éxito ante el Tottenham en los octavos de final.
Repetirá Pioli el once que alineó en la ida, con el español Brahim Díaz y el luso Rafael Leao como los grandes nombres del momento, que en este choque volverán a tener una importancia capital, porque son los que tendrán que dar, junto al francés Olivier Giroud, oxígeno a un Milan al que no le importará ceder la posesión.
Nápoles y Milan han llevado dos temporadas casi antagónicas en la Serie A, pero en la Liga de Campeones todo es diferente. En el Diego Armando Maradona, se certificará el billete a semifinales tras un partido que, pese a la ventaja ‘rossonera’, se presenta muy abierto.
. Alineaciones probables
– Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesus, Mario Rui; Lobotka, Zielinski, Elmas o Ndombele; Lozano, Kvaratskhelia y Osimhen.
– Milan: Maignan; Calabria, Tomori, Kjaer, Theo; Bennacer, Tonali; Leao, Krunic, Brahim; Giroud.