Viernes 19 de Abril de 2024

Cumple Ciudad Valles 488 años de fundación

Redacción [email protected]   CIUDAD VALLES. El capitán Nuño de Guzmán ha sido materia de muchas leyendas y engaños como el de que fundó Oxitipa por un extraño interés económico, pero mucha bibliografía, entre la que se encuentra Donald E. Chipman, niegan esto y el nervioso y autoritario militar nunca estuvo en donde ahora está la […]

Redacción

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CIUDAD VALLES. El capitán Nuño de Guzmán ha sido materia de muchas leyendas y engaños como el de que fundó Oxitipa por un extraño interés económico, pero mucha bibliografía, entre la que se encuentra Donald E. Chipman, niegan esto y el nervioso y autoritario militar nunca estuvo en donde ahora está la Parroquia de Valles, único vestigio del Siglo XVI, sino que solamente fue informado por delegados nombrados por él acerca de los avances que había sobre la edificación de la iglesia y de su casa, que seguramente estaría en el área donde hoy se encuentran los vendedores de barbacoa del mercado Gonzalo N. Santos, afirma el antropólogo e historiador, Guillermo Ahuja.

La fundación real de Valles no ha sido ubicada en el tiempo por los historiadores, la fecha de Santiago Apóstol, que es el 25 de julio, es la que escogieron los delegados para la inauguración del templo, que era un requisito que debía tener una provincia de una capitanía o de un pequeño pueblo, bajo el protectorado del Rey.

¿Entonces dónde estaba Nuño de Guzmán?

Ahuja refiere que entre 1531 y 1533, pero eso sí, en el mes de junio, habría habido la encomienda de Nuño para que se estableciera la villa, ya que uno de los intereses de los capitanes y militares de rango de la Corona Española era la de ostentar más regiones de importancia.

Lo que Guzmán buscaba era establecer la encomienda real de Oxitipa, que había conseguido años atrás con el Rey, ya que, como capitán de Nueva Galicia (Guadalajara), su deseo era el de tener el control de la masa continental, de occidente a oriente y juntar las dos costas bajo su mando.

Nada más que hubo un asunto que obró en contra de Guzmán y fue su poca paciencia con los jefes y caciques de lo que hoy es la Huasteca, a los que maltrataba de una forma atroz, si no conseguía que colaboraran con su capitanía y los entregaba a perros hambrientos o los quemaba vivos.

El Monarca español había sido notificado por otros hispanos avecindados en esta región y en Pánuco sobre el despotismo de Guzmán y esa condición provocó que, al llegar en el 1533 a Pánuco, para intentar unir las costas, le advirtieran que lo estaban esperando en Nueva España, para explicarle que debía comparecer ante el Rey por sus actos.

Cabe señalar que a los indígenas se les consideraba como seres que podrían tener alma, ya que mostraban avances en sus poblaciones y en sus costumbres, contrario a los negros, a los que esclavizaban y explotaban a muerte.

Camino a la perdición Nuño de Guzmán regresó de Nueva Galicia a Pánuco, en una travesía pesadillesca en la que partió del occidente con 300 hombres y llegó con apenas cuarenta que podían sostenerse en sus monturas, debido a los desbarrancos y a las inundaciones que se toparon en varias ocasiones.

Lo que es cierto es que no pasó por lo que hoy es Valles.

Los delegados de Nuño presentaron documentación a Nuño vía mensajeros de que la iglesia y su casa, hecha de piedra, obviamente, habían sido terminadas, así como una plazoleta, elementos urbanos distintivos de todo centro poblacional en la Nueva España.

Después de ir a Pánuco, Nuño fue informado que se le esperaba en lo que hoy es Ciudad de México para reconvenirlo y que de ahí partiera a España, vía Veracruz.

Así lo hizo y nunca volvió, muriendo poco tiempo después en la península.

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