Viernes 29 de Marzo de 2024

Bitácora

CULIACÁN es el caldo de cultivo de quizá una de las realidades más bizarras que han vivido los mexicanos que viven ahí que vivimos en todas partes del país. Alfonso Durazo (responsable de todo), secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal mandó detener, junto con la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa, ¡estando […]

CULIACÁN es el caldo de cultivo de quizá una de las realidades más bizarras que han vivido los mexicanos que viven ahí que vivimos en todas partes del país. Alfonso Durazo (responsable de todo), secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal mandó detener, junto con la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa, ¡estando en Culiacán! a un hijo de uno de los hombres más peligrosos del mundo, de acuerdo con la lista del FBI de hace más de dos años. La operación no sale tan mal, pero la Caja de Pandora apenas se comenzaba a abrir…

UNA cosa que se le debe reconocer a los Cárteles, como el de Sinaloa, quien todo mundo creía diluido, es su capacidad de organización. Desplegaron decenas y luego cientos de hombres por todos los rincones de la capital sinaloense no para buscar al hijo de El Chapo, Ovidio Guzmán, sino para sembrar el terror, con balaceras contra los carros de la Guardia Nacional y del Ejército que les salían a su paso y su ataque fue implacable, porque los criminales cargaban con sus propias manos rifles Barret de 50 milímetros que pueden hacer volar a pedazos a un ser humanos a distancia. Bloquearon bulevares, quemaron carros, emboscaron soldados y los mantuvieron quietecitos, en fin, el narco ganó el cotejo por mucho…

LA noche era joven cuando la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana confesó que había soltado a Ovidio Guzmán, para salvaguardar la paz y la seguridad de miles de culiacanenses que estaban guarecidos en sus casas, mientras las calles desiertas seguían iluminadas parcialmente por las llamas de carros y negocios…

EL presidente de la República recibió la golpiza de su vida en las redes sociales, en donde detractores de su Gobierno y otros que no tanto, le tachaban de cobarde y agachón ante los criminales, pero López Obrador dijo de manera tajante que había ordenado la liberación del hijo de El Chapo porque valía más la vida de muchos que la detención de uno solo y este  pequeño discurso de prudencia ante el peligro ha ido creciendo, así como no queriendo, como pateando un bote…

EL asunto es que el Gobierno fue a detener a un narcotraficante de hueso colorado que tenía una plaza tranquila y en donde el Cártel de Sinaloa es reconocido por no meterse con los ciudadanos (recuerden la marcha a favor de El Chapo) y por primera vez Culiacán tuvo agresiones directas de los criminales, pero lo surrealista empieza aquí: un personaje como salido de una serie de Netflix, José Luis González Meza agradeció a nombre de la familia de Guzmán Loera aseguró que aunque no llevaban en mano la orden de aprehensión de “El Chapito”, de cualquier forma agradecía que, durante las cinco horas que estuco cautivo, no lo torturaron ni le aplicaron la “ley fuga”, comprometiéndose la familia Guzmán a responder por las víctimas mortales, apoyando a sus familiares. Como se lee…

LA prensa internacional observó a un Gobierno derrotado y confirmó que el Estado ha sido rebasado por una fuerza incontenible e incontestable como es el Cártel de Sinaloa. Por lo visto, habría que pensar qué hará el Gobierno para volver a atacar a una cabeza de plaza, porque es vulnerable a la extorsión mediante la fuerza criminal contra los ciudadanos.

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