El alcalde Adrián Esper Cárdenas hizo una gira de medios de comunicación durante la mañana y parte de la tarde de hoy, en la que principalmente habló sobre los beneficios que traería el aeropuerto ampliado de Tamuín y para hablar con dureza de los manifestantes del Sindicato de Trabajadores de la DAPAS y de Erasmo Linares Nájera, quienes fueron literalmente bateados por el presidente de la República por cerrarle el paso hacia su recámara de hotel el viernes pasado.
En primer lugar, el alcalde calcula que si la generación anual de circulante en Valles es de 2 mil millones de pesos, de los cuales, 1 mil millones son las ganancias de los cañeros que gastan en esta misma zona del país, entonces con el aeropuerto se podrían generar hasta cuatro veces los ingresos anuales de la actualidad, debido a cálculos del secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien estima que el turismo que viaja en avión, en una estadía promedio, se gasta hasta 60 mil pesos y contando con que el cálculo a mediano plazo: para cuando se acabe la ampliación, es que lleguen 700 mil turistas a la Huasteca, gracias al puente aéreo con ciudades importantes, que es el 130 por ciento más de lo que actualmente llega a la Huasteca anualmente, que es de 300 mil visitantes.
Lo que hizo enfurecer al alcalde fue que no le pudo plantear “de buen talante”, el proyecto de crear las condiciones para que un casino de gran calado llegue a esta zona, con la finalidad de que haya 2 mil 500 empleos nuevos y además un circulante extra que despediría a Valles y la Huasteca de la jodidez, sin embargo, eso no fue posible, porque el presidente no atendió cosas extras, ya que el incidente del viernes lo dejó arisco.
Y fue cuando el alcalde se soltó contra los manifestantes, entre los que estaban Alejandro Ballesteros, Erasmo Linares y de paso el representante legal del Sindicato, José Matilde Hernández Méndez, pero sin nombrarlos, hablando además con metáforas acerca de la “orgía” que panistas y priistas han perpetrado en Valles a través de los años, y en donde han participado los arriba mencionados, ya que con los alcaldes que antecedieron a Esper Cárdenas colaboraron y se arreglaron para tener las prebendas que tienen en el Sindicato, cosa que con él no lograron.
El asunto es que, si había una duda sobre a disposición del alcalde de cerrar con el caso de la huelga y acordar el pago de las prestaciones laborales de los huelguistas, eso ya no parece que será posible y el asunto seguirá el derrotero de la judicialización a ver de qué cuero salen más correas, poniendo de paso a un lado el trabajo del conciliador Marco Antonio Conde Pérez, regidor de MORENA del Ayuntamiento.
Ya van varias: parece como que se van a arreglar para acabar con el conflicto y los dichos de un lado y de otro echan todo a perder o anulan los concilios. A ver para cuándo y cómo.
